Archive for the 'Alemania' Category

31
Ago
13

jitazos fugaces. hoy … Liquido

El término “pop” es una derivación de “popular”, para denominar la música popular diferenciada de la música clásica, religiosa o de cámara. La música popular estaba hecha para la tradición oral, y las personas memorizaban esas canciones. Por ello, la repetición de fraseos y elementos de esas canciones, sean instrumentales o en la letra, era un elemento diferenciador de la música popular. Algo repetitivo era fácil de aprender y retener.

Pues bien, en el caso del Jitazo Fugaz que os presento hoy, esta teoría anteriormente expuesta cobra total relevancia. Es más, reto a cualquiera de vosotros a que escuche la canción y luego trate de recordar algo más que la frase de teclado sobre la que se estructura, y que se va repitiendo una y otra vez, hasta quedarse alojada en nuestro cerebro, como una sanguijuela que no te puedes despegar, y te tiene, constantemente, con esa coplilla en la cabeza: ti-ti-ti-ti-ti-ti-ti-tiriri-ti-ti-ti-ti-ti-tiriri-ti-ti-ti-ti-ti-tiriri-ti-ti-ti-ti-ti-ti-tiriri

Pues bien, no sufráis más: el tema se llama “Narcotic” y la banda es Liquido. Así, sin tilde en la primera i, porque los andobas eran alemanes… ya me perdonaréis, pero una banda de pop alemana, como que no. Los alemanes están muy bien para el heavy (esos Scorpions!!!), para el metal, para la electrónica decadente o para su rock progresivo, el Krautrock. Pero… ¿para el pop? ¿Acaso he de recordaros otro precedente llamado Fool’s Garden?

En fin, que “Narcotic” fue su jitazo de 1998, cuando, la verdad, toda esta historia del pop/rock alternativo como fábrica de hits para ser radiados estaba de capa caída. Tal vez haber nacido tres o cuatro años antes les hubiera beneficiado para tener una carrera más celebrada. Pero aunque no quiero ser cruel, sinceramente dudo que Stefan, Wolfgang, Tim y Wolle, el cuarteto que formaban Liquido, sean poseedores de nada más que remarcar para el mundo de la música.

Y bien: ¿cómo se te debe quedar el cuerpo cuando tus doce años de carrera (¡doce!) se pueden resumir en un fraseo de teclado de nueve segundos? Como mínimo, y por si les sirve de algo, por si leen estas líneas esos cuatro muchachotes teutones, que sepan que servidor se marcó sus buenos bailoteos (o saltitos, qué más da) en su época al son de este “Narcotic” que caía, irremediablemente, en los locales de Poble Nou como Sr. Lobo o Bóveda.

17
Jul
13

De nuevo en Hamburgo (pt.2)

Cinco tipos andan por Wendestraße una noche de octubre. La ciudad de Hamburgo está fría y esa calle, solitaria. Están lejos del centro, la zona no es residencial y no hay nada abierto. Ellos apenas se conocen, coincidieron, circunstancialmente, por temas de trabajo, y son de nacionalidades múltiples. Dos franceses, un suizo, un polaco y un tipo de Barcelona. Lo habéis adivinado, el de Barcelona soy yo. Y de eso,  hará este mes de octubre once años.

Callejeando, encuentran una pequeña taberna, con luz tenue y forrada de madera. No hay nadie más en el local, aparte del dueño, un alemán cincuentón con mucha pluma y bastante perjudicado por el alcohol. Los cinco se sientan en la barra, y piden la primera ronda de cervezas. A esa ronda se le sucede una segunda, y tal vez, ya no lo recuerdo, aunque probablemente, una tercera. El dueño del bar se muestra encantado de tener clientela a esas horas de la noche, un día entre semana. Trata de comunicarse con el grupo, a pesar de su pobre inglés y su lengua de trapo, cosas de la bebida.

El barman se dedica a poner música, y el grupo va coreando, jarra en mano. A esas alturas, todo vale. Yo tengo entonces 22 años, y es la primera vez que viajo fuera del país por trabajo. El dueño se encapricha de mí, supongo que para él soy carne fresca, en comparación con mis cuatro acompañantes, cuarentones todos. Yo voy capeando el temporal, en tanto que todo se queda en un ambiente jocoso y etílico. Nos pregunta de dónde venimos. Al decirle Barcelona, el individuo se emociona y pone el CD recopilatorio de Freddie Mercury, dedicándose a pinchar “Barcelona” una y otra vez. Luego ya opta por dejar el CD sonando y los fabulosos himnos gays de Freddie nos hacen de banda sonora.

Como ya confraterniza con el grupo, saca una botella de licor, y tapa la etiqueta. Sirve seis vasos, uno para cada uno, más el sexto para él, y nos invita a tomarlo, pero sin decirnos qué es. Aquello quema la garganta, aunque claro, qué más da, en esos momentos. Luego gira la botella y nos muestra la etiqueta: absenta. Poco después abandonamos el local, flotando sobre el espacio, y tratamos de llegar al hotel y dormir lo suficiente para poder aguantar el ir a trabajar al día siguiente.

A ese primer viaje a Hamburgo, de hace once años, le sucedieron muchos otros. Ahora vuelvo a la ciudad, hacía siete años que no volvía.

Canciones:

Freddie Mercury: “Living on my own”

Iggy Pop: “Nightclubbing”

QOTSA: “Kalopsia”

16
Jul
13

De nuevo en Hamburgo (pt.1)

Hoy el trabajo me ha llevado a Hamburgo. De hecho, llegaba por estos lares anoche, y sólo ciertos problemillas técnicos me impidieron actualizar el blog. Superados los mismos, podemos volver a Hamburgo, ciudad que durante una época frecuenté, también por motivos laborales. Durante unos años viajé a Hamburgo al menos un par de veces al año. De eso hace ya bastante, y la sensación de dejà vu que he tenido en esta ocasión, tanto tiempo después, ha sido agradable. Lo digo aquí y ahora: me gusta Hamburgo! Ya hablé de ello hace bastante tiempo por aquí.

Tras la jornada laboral de hoy, he vencido a la pereza y he salido a las calles. Y eso que anoche fue una noche malísima, por culpa de esa costumbre tan centroeuropea de tener, como única ropa de cama, un edredón, en pleno mes de julio, de manera que si me tapaba, pasaba un calor tremendo, y si me destapaba, acababa teniendo frío. Y así me he pasado toda la noche, peleándome con mi edredón. Pero creo que alguna vez lo he comentado, cuando uno viaja por trabajo, ha de vencer a la pereza y a las obligaciones, y buscarse un rato para poder visitar el sitio donde está.

Hoy he seguido mi técnica de turismo de tienda de discos. Por tener un punto de búsqueda, más que nada. Así que he dado a parar en Burnout Records, una tienda bastante interesante, aunque con un grueso de material en vinilo. Y no pensaba comprar vinilo, voy ligero de equipaje, para este viaje, y cargar con una bolsa de vinilos en mi vuelta mañana, Hamburgo-Frankfurt, Frankfurt-Barcelona, no es lo recomendable. En su lugar he acabado teniendo un pequeño arrebato consumista en formato CD: Stooges, Band Of Horses, 13th Floor Elevators y un recopilatorio de la Vampisoul… ay…

Una de las tiendas cachondas de Sternschanze: Planet Nerd!

Una de las tiendas cachondas de Sternschanze: Planet Nerd!

La tienda esta en Sternschanze, y de camino, bajando por Budapester Straße se llega a St. Pauli, la zona más interesante de la ciudad, con mucha actividad de ocio y cultural. El día era estupendo para pasear y empaparse un poco del ambiente. En esa zona todo eran referencias al club de fútbol local, el St. Pauli FC, que ahora milita en la 2ª división de la Bundesliga. Poco importa, cuando se trata de un equipo que sale al campo mientras suena “Hells Bells” de AC/DC y su afición se postula claramente como antifascista, anarquista, comunista y socialista, y adopta como emblema la bandera negra con la calavera y las tibias cruzadas. En contraposición, claro, está el Hamburgo SV, club más grande, sus archienemigos.

Banderas del St. Pauli FC... OI!

Banderas del St. Pauli FC… OI!

Y bajando un poco más, se llega a la arteria que es Reeperbahn, la zona más golfa. Curiosamente, se concentran varios teatros, pero también enormes sex shops, peep show, lap dance halls y bueno, ahora que la prostitución en Alemania es legal, pues también putiferios. Y por supuesto, todo tipo de bares, tabernas y clubs. Mucha actividad nocturna, y desde hace décadas. Por todos es conocida la etapa en Hamburgo de The Beatles, que se describe de forma magistral en este artículo de Jot Down Magazine. No sólo los Beatles, sino también, por ejemplo, unos grandes del rock sesentero español, los muy reivindicables Los Salvajes también tuvieron su (breve) etapa en Hamburgo.

Te lo dice el maestro Yoda

Te lo dice el maestro Yoda

Y para acabar el paseo, nada mejor que recalar en uno de los múltiples locales para cenar currywurst, un plato a base de lo que conocemos como salchichas de Frankfurt con salsa de curry y patatas fritas, regado con una buena jarra de cerveza. Así, sí.

 

Canciones:

13th Floor Elevators: “You’re Gonna Miss Me”

The Police: “Synchronicity II”

Bronsky Beat: “Smalltown Boy”

08
May
08

Hamburgo

El otro día estaba viendo el primer capítulo de la serie de documentales The Beatles Anthology, una verdadera delicia para cualquier fan, y me trajo a la cabeza recuerdos. Recuerdos debido a la narración de la etapa en que los Beatles, antes de ser ese monstruo mediático pop en que se convirtieron con la salida del single «Please, please me», pasaron tocando en los tugurios de Hamburgo. Y recordé esa ciudad. Diablos, una gran ciudad!!
Hamburgo probablemente carezca de la fama y el prestigio de otras grandes ciudades europeas en general y alemanas en particular. No tiene esa aureola cool de Berlín, ni cuenta con la fama de Munich y su Oktoberfest. Ni falta que le hace. Hamburgo es una ciudad muy peculiar, de contraste entre una mentalidad cerril y cuadriculada más típicamente alemana combinada con un golferío y una fiesta como probablemente no haya en el resto del país. Y es que Hamburgo es el puerto más importante del país. Y eso, quieras que no, marca.

The Beatles en Hamburgo… gran imagen para un grupo… unos rockers!!

Aunque no limita con el mar, está a orillas del Elba en su desembocadura, que es totalmente navegable por todo tipo de barcos grandes. Claro, donde hay un gran puerto, hay muchos marineros. Y donde hay muchos marineros, hay tabernas, bares, alcohol (y otras cositas) y prostitución a mansalva. En ese sentido, en Hamburgo se respira un ambiente liberal en aspectos de sexo. Hamburgo es una ciudad repleta de sex-shops, abiertos 24 horas al día, bares de striptease y prostitutas. Ahora es muy fácil, Alemania legalizó la prostitución hace cosa de un par de años, o algo así. Pero cuando yo anduve por ahí, no os creáis que esos negocios eran una cosa de tapadillo.

Hamburgo es ante todo también una ciudad industrial. Durante unos cuatro años trabajé en una empresa con sede en esa ciudad, y por lo tanto, varias veces al año viajaba hacia allí. Y me gustaba ese aire canallesco de su zona portuaria y también de su barrio tabernero por excelencia: St. Pauli. Cruzado por su arteria principal, Reeperbahn, allí es donde se concentra todo su romanticismo marinero, hablando en plata, un barrio repleto de tabernas, discotecas, teatros, bares y sí, lo habéis adivinado, también sex-shops, locales de striptease y prostíbulos. Manteniendo su aspecto algo sórdido, pero sin llegar a resultar desagradable o poco recomendable andar por ahí. Desde luego, hay putas, borrachos, homeless y freaks varios, pero también cientos de miles de alemanes con ganas de beber y pasárselo bien.

Reeperbahn

Hamburgo es una ciudad que como casi toda Alemania cuenta con clubes techno, pero también es una ciudad que rockea. No en vano los Beatles, como muchos otros grupos británicos de primeros de los 60’s, curtieron su estilo tocando duro para los marineros en locales como el Club Kaiserkeller. Así, discotecas y pubs que pinchan rock todavía abundan por la zona. Recuerdo una noche de fiesta con otros compañeros españoles, bailando y cantando «Entre dos tierras» de Héroes del Silencio como si nos fuera la vida en ello, en un estúpido instinto de patriotismo estúpido, por aquello de que Zaragoza está más cerca de Barcelona, por aquello de entender algo en esa noche sin tener que pensar en inglés. Una buena noche. Después, un tentempié de madrugada en alguno de los inevitables e innumerables locales de comida turca, y a dormir, que el sol sale antes en esa zona.

En fin, cuando se viaja a Alemania muchas veces se piensa en los clásicos, Berlin, Munich, Colonia, Frankfurt… mi recomendación es no dejar pasar unos días en Hamburgo, poder ver una ciudad renacida de sus cenizas (no en vano la 2ª Guerra Mundial destrozó el 70% de la ciudad) y disfrutar de algunas noches de diversión.

Canciones:

The Beatles: «Twist & Shout»
Scorpions: «Rock you like a hurricane»
R.E.M. : «Sing for the submarine»




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