Archive for the 'teatro' Category

18
Oct
09

La muchachada en directo

Lo voy a decir clara y concísamente: soy fan de Joaquín Reyes y del grupo de Muchachada Nui en general. Para qué andarnos con rodeos. Y por eso, cuando me enteré de que Reyes iba a actuar en solitario este fin de semana que ahora finaliza, en teatro Club Capitol de Barcelona, no me lo pensé. Nota: el fin de semana finaliza ahora en todo el mundo, no en ese teatro. No he encontrado un modo mejor de puntuar.
A lo que iba, Joaquín Reyes tenía programadas una serie de cuatro noches de monólogo, y había que estar, aunque por un momento me planteé que el tipo, solo en el escenario, sin disfraces ni gags televisivos, pudiera perder la gracia. Los monólogos al final me han acabado por aburrir, probablemente tras la sobreexposición de hace unos pocos años. Pues no señores. Igual es que me pierde la debilidad del fan, pero pasé 90 minutos divertidísimos y riéndome continuamente con el ingenio de un Joaquín Reyes menos encorsetado y más políticamente incorrecto que en la tele.

Mamá, soy fan de este señor… me convierte eso en un freak???

En el fondo, era un poco más de lo mismo. Las coletillas y palabras conocidas por todos. El acento exagerado de Albacete. Incluso cerró con una versión de su mítico «hijodeputa (hay que decirlo más)». Es decir, un show para iniciados, con la ventaja para el artista de tener al público entregado de antemano. Aún así, desgranó un monólogo con tendencia a la improvisación, aunque esta mereciera en ocasiones el calificativo de «ida de olla» rotunda, pero con momentos realmente hilarantes.

Ya lo dije, soy fan, y lo cierto es que lo de los Muchachos, ex-Chanantes, me parece un fenómeno curioso, casi imposible de entenderse sin la presencia de Internet. De hecho, se decidió dejar disponibles todos los contendidos de sus programas en la página oficial de RTVE porque había mucho mayor seguimiento de los sketches en Youtube que en su pase televisivo por la 2. Puedo entender que agobie, o que en algunos aspectos no se le vea la gracia. Bajo mi punto de vista, es el fenómeno humorísitico de mayor calado entre la gente joven desde las coletillas de Cruz y Raya o (lo digo?) desde Chiquito de la Calzada! Ahí es nada.

Canciones:

Kiss: «Modern Day Delilah»
Iggy Pop: «Bang Bang»
Portishead: «All Mine»

31
May
08

Viaje a NYC. Día 1: Llegada

Cuando uno viaja a Nueva York siempre piensa que se encontrará con famosos. Que un buen día se tropezará con Tom Wolfe, que desayunará en el mismo Starbucks que David Letterman o que verá pasear al perro a HueyMorgan. Yo en su lugar me topé con lo más granado del star system de la tele catalana, ni más ni menos que Joel Joan, quien viajaba detrás mío. Decepción. Pero bueno, el vuelo fue plácido y los trámites aeroportuarios, no por poco problemáticos, fueron menos pesados. El caso es que hacia las dos, hora local, llegaba al que iba a ser mi cuartel general en esta aventura neoyorkina, el Hotel Deauville. Entra dentro de la catalogación de «hoteles con encanto», un eufemismo como otro cualquiera para calificar un hotel muy viejo, y fijáos que digo viejo, no antiguo, y cuyo único encanto era su precio y su situación, eso sí, de lujo: 29th con Park Avenue. De eso se trataba, no obstante. En la mayoría de viajes los hoteles no son más que un agujero donde caes rendido para dormir, de modo que con que estén limpios y medio decentes, yo me doy por satisfecho. Y el Deauville cumplía espectativas.

Esto era lo más bonito del hotel

Un rápido chequeo a un periódico gratuito me permite informarme que sólo hay dos conciertos interesantes estos días. Uno, ya lo sabía, Van Halen mañana en el Madison Square Garden. Dudo que haya entradas, éstas son, además, algo caras, y Van Halen no son de mi máximo interés. Por supuesto que me gustaría ver su concierto en el Madison, pero el dinero hay que administrarlo, la ciudad ofrece demasiadas tentaciones como para acogerse a la primera. Descartados los hermanos Van Halen, leo que el sábado tocan en el Fillmore East los Detroit Cobras, como teloneros de X. Hombre, eso es otra cosa. El hecho de ser teloneros me da palo, ya que los X no son una banda que me mate de placer. Pero pinta bien. Hechos los trámites, puedo aprovechar la genial situación del hotel y echar un paseo por los distritos del Midtown y acercarme a Times Square.

Para no perderte, puedes tomar el Empire State Building como referencia

La primera sensación al llegar a la ciudad supongo que es común, y se trata de la sorpresa y la emoción al ver materializados en realidad todo aquello que hasta el momento pertenecía a las películas de Scorsese, de Woody Allen, a cientos de miles de imágenes que la tele ha grabado a fuego. Cosas tan estúpidas como los semáforos, el vapor de agua brotando de las alcantarillas, los edificios con escaleras de emergencia, los taxis amarillos o esas aceras repletas de gente para arriba y para abajo. Me sorprenden dos cosas, la multitud de taxis que hay constantemente circulando, algo exagerado, y la multitud de puestecillos de comida que pueblan las aceras. Cada 300 metros hay un puesto de perritos calientes, de falafel, de fruta cortada, de almendras garrapiñadas… el humo de una plancha calentando pinchitos morunos, el olor a comida oriental ultra especiada, y todo eso sumado a la multitud de locales McDonald’s, Kentucky Fried Chicken, pizzerías varias y demás hace que no me extraña ver tal cantidad de gordos.

Tópicos de NYC en imágenes

En un paseíllo subo Broadway y llego a Times Square, y sí, probablemente sea el máximo significado de la sociedad consumista y blablabla… pero me quedo boquiabierto con esa explosión de gentío, de luces y esa sensación de ser una suerte de zoco postmoderno. Me intereso por la oferta de musicales, hay dos que me llaman la atención, Young Frankenstein, efectivamente, la obra de Mel Brooks y Jersey Boys, una obra basada en la historia de Frankie Valli And The Four Seasons, que tiene buena pinta. No en vano, Valli y sus chicos son los autores o los que popularizaron canciones míticas como «Can’t get my eyes off of you» o «Stay (just a little bit longer)». Tomo nota de horarios y precios (algo abusivos), tal vez vaya a alguno, aunque el teatro musical no es una de mis prioridades.

El zoco cibernético de Times Square

Caminando un poquito más es sencillo llegar a la zona del Rockefeller Center, que me impresiona menos de lo que pensaba, y localizo el Radio City Music Hall, para cumplir con una rutina fetichista de lugares que se irá sucediendo a lo largo del viaje. En seguida es fácil de ver como la zona de Times Square y aledaños es una especie de parque temático turístico, atractivo, pero algo forzado. Y compro mi primer capricho neoyorkino, una gorra clásica de los Yankees, la clásica con la N y la Y en blanco sobre la gorra azul. Desde siempre me ha gustado esa gorra, y bueno, este era un buen momento para comprarla, ¿no?. De bajada al hotel, de repente paso por una calle llena de rótulos orientales, restaurantes coreanos, casas de masajes y de chinos/japoneses/coreanos/lo que sea… de repente, resulta que he entrado en la 32nd entre la 5ª avenida y Broadway, vamos, que he entrado en Little Korea. Me voy con la sensación de que hay que estar atento, porque de repente se encuentras cientos de pequeñas cosas que llaman la atención.

Canciones:

Mark Knopfler: «The Long Road»
Kiss: «Goin’ Blind»
Pixies: «Debaser»

07
Ene
08

Cabaret

Este viernes ya comencé con mis nuevos propósitos. Uno de ellos era ir al teatro, actividad que nunca hago (o casi nunca) y que, sinceramente, quería probar. Tal vez me acabe arrepintiendo. Tal vez me dé cuenta de que el teatro no me gusta. Tal vez sea al contrario, y me encante. O, definitivamente, resulte que la palabra «teatro» es demasiado extensa y que de teatro hay de muchos tipos, y que no puedes decir si te gusta o no. En cualquiera de los casos, este viernes fuí a ver «Cabaret», obra de la que todo el mundo hablaba tan bien, y eso sí, celebérrima. No he visto nunca la película que protagonizó Liza Minelli, probablemente el referente más popular, de modo que iba sin espectativas creadas. Y qué puedo decir, me encantó!!
La noche comenzó con un punto de cutre nostalgia. Resulta que yo fuí al instituto en el Poble Sec, no muy lejos del teatro Apolo, y para cenar algo antes de entrar, nos metimos en un garito del Paral.lel al que hacía años que no iba, casi desde la época de instituto. Se trata de un localucho donde hacen pizzas y hamburguesas, preferentemente para llevar, pues hay una sola barra sin asientos. La clase de sitio que si no conoces, no entras ni de coña. Pero yo lo conocía, cuando hacía BUP y COU íbamos de vez en cuando a comer porciones de pizza, buenísimas. Nada, o casi nada ha cambiado en ese sitio. Incluso, en un extraño pacto faustiano, por los dos individuos tras la barra parece no haber pasado el tiempo. Casi la única diferencia estaba en la pizarra de precios, esta vez en euros. Por si a alguien le coge hambre estando por ahí, es justo enfrente del teatro Victoria del Paral.lel, tiene un triste cartel en fondo blanco en el que se lee Pizza’s en letras rojas. En fin, no es el paradigma del glamour, pero el estómago lo agradece.

«Afuerrra ess invierrrno, perrro aquí hasse mucho calorrrr»

Una vez en el teatro, me di cuenta de la torpeza que tenía por estar en algo desconocido. Temía que mi entrada fuera muy lejos, sin darme cuenta de que es un teatro, la platea está más o menos acondicionada para que se pueda ver bien. Tampoco controlaba mucho la movida esta de la pausa intermedia. Y sobretodo me encantó la banda de más de 12 músicos que había. En fin, volviendo a la obra… queda claro que el libreto es popular a más no poder. La sorpresa para mí fue lo explícita, en lo que a erotismo se refiere, que es este montaje. Lo cuál está muy bien, se supone que un cabaret era algo con un ambiente cerdillo flotando, con sustancias y con deseo sesuarl hacia todo lo que se moviese. En ese sentido, se agradece no caer en la mojigatería.

Y sobretodo, un personaje que sobresale por encima de todos, el maestro de ceremonias, interpretado por un tal Víctor Masan. Canta, baila, actúa, interactúa con el público y lleva a sus espaldas el peso del montaje. Así que bueno, mi primera experiencia teatral, salvando obras a las que te llevaba el cole y esos montajes que hacen gira de pueblos para fiestas mayores en los envelats, vamos, mi primera experiencia teatral «de verdad», muy positiva. Lástima del absoluto robo que es la entrada, pero vamos, que a eso, cualquier persona que suela ir a conciertos, ya está acostumbrada.

Canciones:

Johnny Cash & Joe Strummer: «Redemption Song»
R.E.M.: «Rockville (don’t go back)»
U2: «Stay (Faraway, So Close!)»




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