Archivo de febrero 2007

28
Feb
07

La Cena Secreta

“La cena secreta”, de Javier Sierra se puede englobar en la subcategoría estilística que recorre el mundo editorial desde que se comenzara a vender “El Código Da Vinci” como churros. Su edición es posterior, así que por mucho que probablemente su autor se llene la boca hablando de la cantidad de años que lleva escribiendo libros de este estilo, un verbo resume bien su condición: huele.

Sí, amiguitos, “La Cena Secreta” habla de conspiraciones religioso-eclesiásticas y “resuelve” un supuesto misterio real utilizando una historia de ficción, para mi gusto no muy bien trazada. Pero volvamos a su autor, Javier Sierra. Su nombre probablemente no os diga gran cosa, pero si veis su cara… ah, esa cara la he visto yo en algún sitio. Qué digo, en algún sitio! En muchos! Efectivamente, Javier Sierra es el tío que acude a cualquier plató televisivo cuando se toca algún tema calificado como “paranormal”. Por supuesto, Iker Jiménez le guarda una silla de honor en su programa, pero no importa que sea Cuarto Milenio, Dónde Estás Corazón o Bricomanía: Allí está el amigo Sierra para hablar de espíritus, apariciones y conspiraciones judeo-masónicas. Además de escritor de novelas, trabaja en una de las revistas punteras del “género” en castellano, Más Allá.

En la novela en cuestión se relata la historia del padre Agustín Leyre, inquisidor dominico al cuál, a finales del s.XV, se le encarga viajar a Milán a supervisar qué pasa con una obra que un tal Leonardo Da Vinci está pintando en un convento y qué, al parecer, no respeta la ortodoxia llegando a tintes casi heréticos. He de reconocer que si bien la historia está desarrollada de un modo algo torpe, y que además, leída en 2007 existe un problema de originalidad, debido al bombardeo de historias similares, de la cuál, tampoco culparemos a Sierra, lo verdaderamente interesante del libro es el estudio acerca del fresco de La Última Cena que esconde esta novela (y verdadero leit motiv de la misma). Una interesante deducción nos lleva al gnosticismo, a la corriente cátara y a referencias acerca de textos apócrifos. En estos asuntos, por supuesto, hay mucha literatura disfrazada de investigación. Sin embargo la tarea de Sierra me parece bien documentada, por lo menos históricamente (la base de sus deducciones ya es más difícil de calificar). Por lo menos hay pocos puntos que no encajen bien.


Doce hombres sin piedad

¿Cómo llegué a “La Cena Secreta”? Pues qué os puedo decir, me encantan estos temas. Sé que suena pretencioso por mi parte, pero ya me gustaban antes de esta corriente de libros, documentales y discusiones que de unos años a esta parte se han puesto tan de moda. Y no me quejo al respecto, aunque bien es cierto que algunos de estos libros/pelis/documentales tienen una base más bien pobre, las deducciones chirrían por todos los costados y produce más vergüenza ajena que otra cosa. Estos asuntos referidos a las supuestas mentiras eclesiásticas ya hace muchos años que corren por ahí, y no sólo a un nivel más underground: un autor conocido como Nikos Kazantzakis, autor de “Zorba el griego” escribió en 1951 La Última Tentación de Cristo, en la que ya se revelaban los temas propuestos por el famoso “Evangelio de Judas” que causó revuelo vía Nacional Geographic el año pasado. Y no sólo eso, sino que en el 1988 Scorsese dirigió su adaptación cinematográfica, con unos enormes Willem Dafoe, Harvey Keitel … y Bowie en el papel de Pilatos!! Vamos, que la cosa no es nueva.

Supongo que de este modo, lo que Sierra podría haber resuelto en un artículo de 6 páginas en Más Allá, se inventa una historieta con la investigación como telón de fondo, y ale, a vender. De hecho, a vender un huevo, más de once millones de ejemplares colocados, reza su web. No se le puede recriminar nada. El libro se lee rápido y hace llevaderos viajes en aviones, trenes y autobuses. Y sí, a mi me gustó El Código Da Vinci.

Canciones:

Tom Petty & The Heartbreakers: «Into the great wide open»
Fun Lovin’ Criminals: «Beautiful»
The Who: «I’ve got enaugh»

25
Feb
07

And the Oscar goes to…

Esta noche se entregan los Oscars. Pero a nadie le interesan, ¿no? Son unos premios caducos y carentes de interés. No se premia al buen cine de verdad, la Academia es rancia y fácilmente influenciable por aquellas películas con niño, con tarado o con una temática social suavecita y políticamente correcta. Y prima solamente aquellas cintas que han contado con un pastizal detrás para hacer una buena promoción, o sea que de cine independiente nada. Y de cine no americano, poquito. No sea que se suban a la chepa. A nadie le interesan los Oscars hasta esta noche.

Porque sí. Porque nos llenamos la boca despotricando contra todos los defectos de esos premios, pero esta noche todo el mundo estará atento a, por ejemplo, si Martin Scorsese se lleva (por fin) la dichosa estatuilla. O si no, mañana por la mañana, legañosos aún, escucharemos en la radio la retahíla de precios, o lo leeremos en los periódicos. Para cinco minutos después, volver a decir que estos premios son una mierda, que no se premia el auténtico cine, y todas estas cosas.

Scorsese Inc. patrocina esta entrada.

En el fondo sabemos que, por más que se diga que los Oscars no interesan a aquellos que realmente aman el cine, todavía tienen su interés. Y creo que no tanto por los premios, sino por lo que tienen de ceremonia con glamour. Eso del glamour en el cine es una cosa que hace ya 30 años, como mínimo, que se perdió. Hoy en día el glamour se ha tergiversado en un anuncio de Rimmel y la mayoría de estrellas son de lo más aburridas y anodinas. Pero una alfombra roja y un millón de flashes hacen retornar un mínimo destello de fantasía. Yo por lo menos, lo veo así. Como mínimo, la noche de la ceremonia o la mañana siguiente en la que, legañoso, escucho por la radio quién ha sido premiado mientras me preparo para ir a trabajar (o si me toca madrugar o la ceremonia se alarga, algún año he escuchado incluso en directo la entrega del último galardón). Y esta noche toca recordar a los indios que llevó Marlon Brando, o a Woody Allen pasando de todo por tocar el clarinete, o la individua esa a quien la estatuilla le recordaba a su tío Oscar.

O por lo menos eso haré yo, mientras espero que a Scorsese le den el dichoso premio.

Canciones:

The Stooges: «The Weirdness»
Guns n’ Roses: “Better”
Erik Satie: «Gimnopédies #1»

24
Feb
07

Yesterday, Frank Sinatra y The Beatles

Ayer escuchaba en la radio que «Yesterday», de los Beatles, es la canción más versionada de la historia, con unas 3000 covers. Como dato, me parece algo vago y poco fiable. Pero lo que está claro es que «Yesterday», además de ser un hito en la carrera de los de Liverpool, es una pieza clave en la historia del pop. Como curiosidad, decir que cuando la compuso, Paul McCartney afinó (o desafinó) su guitarra una octava más baja de lo habitual, porque si no, no había quien llegara al registro adecuado en el estribillo. En fin, el caso es que entre otras versiones, sonaron las de Bob Dylan, James Taylor, Marvin Gaye y una exquisitez de versión grabada por Frank Sinatra.

La de Sinatra ya la conocía, y nunca me ha dejado de sorprender que la grabara. Frank Sinatra, a principios de los 60’s, y con la invasión de grupos británicos (especialmente Beatles y Stones) sintió amenazada su carrera. A sus 50 años ya no era reconocido por toda una generación que despreciaba su música y su manera de ver la vida. Suyas son perlas como «el rock n’ roll es musica hecha por y para retrasados mentales». Y The Beatles no habían quedado protegidos de sus furibundos ataques. Es por ello que no deja de ser paradójico que un tipo tan orgulloso como Sinatra acabara rindiéndose a la evidencia y grabara una versión de «Yesterday» que, si bien no supera a la original ni de largo, si tiene un encanto especial.

Vetusta copia del «My way of life» que me agencié

Su visión acerca de la música de los Fab Four fue variando con los años. Y a finales de los 60’s las opiniones ya estaban cambiando. De hecho, durante las sesiones de grabación de su disco «My Way Of Life», de 1968, podemos leer y ver en la carpeta del álbum como George Harrison y la que entonces era su esposa (hasta que se cruzó en su camino su amigo Eric Clapton, qué fuerrrte, qué fuerrrte, qué fuerrte) estuvieron presentes.


Frank Sinatra, Patty y George Harrison

Con el tiempo, Frank Sinatra adoptó una postura más respetuosa, especialmente con Harrison. Y decidió grabar una, esta vez sí, excelente, versión de un tema Beatle, «Something». De esta canción, compuesta por el propio Harrison, Sinatra llegó a decir que era «una de las canciones más bellas de la historia». Y eso, en boca de Frank Sinatra, no estaba nada mal.

Canciones:

Tom Petty: «Damaged by love»
The Beatles: «Yesterday»
Audioslave: «Until we fall»

23
Feb
07

Madriz me mata

Veinticinco y sesenta y nueve. Las bodas de plata y el amor. Eso es lo que ha gritado el tipo que quería vender lotería en el bar donde estaba cenando esta noche, anunciando los números en los que finalizaban los décimos que tenía hoy. Me han dado ganas de comprarle un número y todo. Mi hotel del Paseo de la Florida de Madrid es viejo y cutre, de esa cutrez hispánica que Joan Clos y su cuadrilla se empeñaron en hacer desaparecer de Barcelona. Y aunque viendo el tugurio, no me parece lo más recomendable para ninguna ciudad, hacer de mi ciudad un parque temático para turistas que vienen un día, desde Lloret, no me parece mejor opción.Bar, hotel y vendedor de lotería tienen ese barniz añejo, como si los 30 años que nos separan de los setenta no hubieran pasado nunca. Como nota definitoria de la habitación, decir que tiene uno de esos teléfonos de disco giratorio de sobremesa, en color gris verdoso que Telefónica suministraba hace años. Frente a mi ventana, un centro comercial de estos modernos suponen la única pátina de modernidad, de siglo XXI de esta zona.Lo de los centros comerciales no me acaba de gustar. Efectivamente, son muy cómodos cuando de comprar algo se trata, que por otra parte, no deja de ser su finalidad inicial, aunque haya quien haga de visitas a los mismos una forma de vida. Efectivamente, una camisa, unas gafas de sol o una cámara de fotos, cualquier cosa puedes encontrar en estos sitios donde ni siquiera has de pagar para aparcar. Sin embargo, para estos menesteres prefiero encontrarme con cualquier eje comercial de cualquier ciudad. No sé exactamente por qué, cuando en definitiva, cosas del canibalismo capitalista, las cadenas de tiendas son todas las mismas, sea en calle o en centro. Pero aún así hay algo que los diferencia. Supongo que en el fondo, siempre hay matices y la oportunidad de darte de bruces con algún sitio especial, de esos que se inauguraron muchos años atrás. Y la gente, hacia arriba y hacia abajo, los que pretenden comprar y los que están de paso, fastidiados por encontrarse en eso, en una suerte de paso de semana santa, cofrades del escaparate, a los que sortear.

Podía haber sido mejor

Si quieres conocer la ciudad y las personas, viaja en metro. Algo similar le decía el personaje de Al Pacino al de Keanu Reeves en la película “Pactar con el Diablo”, película que, por cierto, tenía un inicio muy interesante, aunque luego se perdía y su desenlace final era más cómico que otra cosa. No dejaba de tener razón el tío Pacino. Los transportes públicos son un coñazo y la antítesis de lo que significa la comodidad, pero, sobretodo si no se tiene prisa, están bien para enchufarse el ipod y, escondido tras ese estúpido parapeto musical, mirar a la gente a tu alrededor. Y definitivamente, el transporte público te enseña mucho más de una ciudad y de sus habitantes que muchas de las rutas turísticas. Eso sí, cuando se han de tomar por obligación y rutinariamente, son capaces de despertar los (mis) instintos más violentos. Y si no, que se lo pregunten a los usuarios de cercanías de RENFE.

Buenas noches, y buena suerte.

Canciones:

Pixies: “My Velouria”
Urge Overkill: “Dropout”
The Darkness: “One way ticket to hell”

20
Feb
07

La (verdadera) magnitud de la tragedia

Esta historia me la explicaron no hace mucho. Te la puedes creer o no. Resulta que un tipo llama a una amiga suya, le dice que tiene un problema. Pero antes, pongámonos en antecedentes. El tipo tiene poco menos de treinta años, y está felizmente casado con la que había sido la novia de toda su vida. Pero tiene algo que le amarga, y que no sabe muy bien si explicárselo o no a su amiga. “Es que te vas a escandalizar”, le dice. Pero al final accede a explicárselo.
Resulta que no pueden gozar del sexo porque, por lo que parece, nuestro hombre resulta que tiene un rabo descomunal, que al querer practicar una penetración, hace que a su mujer le duela. Y el problema se agrava porque además, quieren tener hijos. Ella va al ginecólogo, quien le recomienda ciertos remedios a base de pomadas y demás, que faciliten lubricación y dilatación. Pero no hay manera. Ya intrigado, el ginecólogo le pide a la chica que traiga a su marido, para ver el aparato y tomar verdadera constancia de la situación: queda sorprendido. Hay alguna solución a priori, que pasa siempre por el quirófano, practicando una pequeña incisión en el caso de ella, o bien haciendo una especie de fimosis en el caso de él, ya que al parecer el problema es más por diámetro que por longitud.

John Holmes al parecer no sufría estas paradojas de la vida

Resulta curioso cómo lo que para cualquier hombre en el mundo sería una bendición para nuestro protagonista es una putada que le amarga. Está enamorado de su mujer, y no ha follado nunca con otra persona, por lo que no sabe si “el problema” se podría reproducir si cambiara de pareja. Cosa que, por otra parte, tampoco se ha planteado. Aunque las dudas ya le asaltan, e incluso se le pasa por la cabeza usar los servicios de una profesional (you know). Pero qué pasaría si probara con otra mujer? Y si se da cuenta que con otra, profesional o amateur, la cosa es satisfactoria? Qué hacer? Desde luego, no deja de ser una broma cruel de la vida, cuando existen mujeres que pueden trabajar con armas de gran calibre y tipos que dejan a cualquier equino al nivel de Boris Izaguirre, el tener tal incompatibilidad física con tu pareja. Y no quiero plantear la anotación de hoy con ninguna clase de moraleja, del tipo “el tamaño no importa” -es obvio que sí- o “hay que conformarse con lo que se tiene, porque podría ser peor”. Pero de lo que no cabe duda, es de que vivimos en un mundo extraño.

Canciones:

The Doors: «People are strange»
Gov’t Mule: «Life before insanity»
Squirrel Nut Zippers: «Afterlife»

18
Feb
07

La importancia de ser una iguana

El otro día comentaba que el paradigma de viejuno que rockea es, sin duda alguna, Iggy Pop. Pues bien, resulta que el amigo cumplirá el 21 de abril del presente, la friolera de 60 añazos. A ver, rockeros que se mantengan con 60 años hay bastantes, por ejemplo (undostres, responda otra vez): David Bowie, Mick Jagger y Keith Richards, Pete Townshed o Jimmy Page. Sin embargo, ninguno de ellos reproduce la imagen del icono rockero como Iggy Pop. Por supuesto, todos estos términos se han de relativizar de un modo brutal. Pero lo que resulta evidente es que se encuentra en un estado de forma, tanto físicamente como musicalmente envidiable.
Conocí la música de Iggy Pop casi sin saberlo, cuando sonaba Real Wil Child en dos películas que poco se relacionarían con Iggy: Cocodrilo Dundee II y Pretty Woman. Más tarde, veía como mis ídolos del momento, los Guns n’ Roses, versioneaban en el injustamente ninguneado The Spaghetti Incident? el Raw Power, de Iggy & The Stooges. Y como a todo el mundo que tenga hoy unos veintitantos para treinta, conocí a Iggy Pop a través de su genial versión del Louie Louie que incluyó en el disco American Caesar del 93 y que pinchaban las radios y los programas de videoclips sin cesar.

Tampoco quiero deshacerme en elogios hacia su figura. Es evidente que se trata de un personaje excesivo e hiperbólico. Que sus conciertos son ceremonias de punk-rock con elementos que se repiten desde hace décadas. Que sus últimos lanzamientos discográficos no tienen tanto interés. Poco importa. Es curioso cómo se trata de un músico respetado desde los medios dispares y también por generaciones jóvenes de bandas que ven en la iguana un modelo. Y resulta curioso cómo, también, su carisma y su carrera justifica actos que en otras personas conducirían irremediablemente en el ridículo.

Cinco añitos más, y a hacer viajes a Benidorm

Iggy Pop, llamado James Ostemberg, es, al parecer, un tipo muy inteligente y cultivad. Incluso en sus años de juventud ya demostraba su superior nivel cultural. También es, al parecer, una persona calculadora y a menudo manipuladora. O por lo menos así se deduce de los comentarios recogidos en el libro (básico) «Por favor, mátame. La historia oral del Punk». Tal vez sea esta inteligencia, combinada con un físico a prueba de bombas (y otras sustancias) las que han conducido a Iggy Pop a mantener su status, pese a no ser, ni mucho menos, un músico que haya vendido mucho. No canta especialmente bien. No es un virtuoso de ningún instrumento. Pero ha sido capaz de crear un mito (personal y musicalmente) y no destruirlo con los años.

Quisiera destacar que pese a ser el llamado «padrino del punk», no toda la música de Iggy es punk, rock, hard rock o garage. Últimamente escucho a menudo dos discos que poco tienen que ver con sus canciones más conocidas tanto con The Stooges como en solitario, me refiero a The Idiot (1977) y a New Values (1979). The Idiot es un discazo que compuso a medias con el David Bowie más berlinés (por no decir que las canciones son de Bowie), y demostró que podía manejarse perfectamente en otro registro. En New Values la sombra de Bowie no le acompaña, aunque sí la de su compañero de visicitudes James Williamson (quien se desvanceció al acabar la década de los 70’s) y sin embargo se saca de la manga un disco de reminiscencias glam (o post-glam) estupendo, y que casi nunca se menciona.

Hoy en día, y desde hace 3 años, Iggy Pop está de nuevo con The Stooges, haciendo lo que hace años y años todo el mundo le reclamaba. Al parecer, en marzo sacarán nuevo disco de estudio, tras una temporada de giras incendiarias. Lo reconozco, preferiría que no lo hiciera, que retomara de nuevo su carrera en solitario. Las giras de retorno de los Stooges han sido espectaculares, pero me gustaría que Iggy volviera a tocar material propio. Sólo he visto a Iggy Pop en concierto, en solitario, una vez, en la gira de presentación de Avenue B en Zeleste (en 1999, creo). Y me encantaría volver a verle en escena tocando Real Wild Child, The Passenger, Lust For Life, Nightclubbing, Cold Metal, y por supuesto, material Stooge.

Canciones:

Iggy Pop: «Don’t Look Down»
Iggy Pop: «Real Wild Child»
Iggy Pop: «Avenue B»

16
Feb
07

Una pequeña lección de física

Tanto en química como en física, se define al ion como una especie química, ya sea un átomo o una molécula, cargada eléctricamente. Esto se debe a que ha ganado o perdido electrones de su dotación cuando está originalmente neutra. Fenómeno que se conoce como ionización. También suele llamársele molécula libre.

Lo que deben tener en cuenta estas moléculas es que no se pueden juntar: una molécula cargada de igual signo la repelirá con asco, pero una molécula cargada con signo contrario le secuestrará iones hasta conformar un átomo estable de puro rock n’ roll, cine y baloncesto.

Y como soy así de chulo, me voy a autocitar, ya que una imagen vale más que mil palabras. Mil gracias, Lorenzombie.


Lorenzombie ha sido su autor desde la ultratumba

Y por cierto, DumDumBoy, no te apures, 27 no son nada (más y nada menos, quiero decir…).

PD: Alguien sabe algo de una posible fecha de Héroes del Silencio en Barcelona??

Canciones:

Iggy Pop: «China girl»
Fun Lovin’ Criminals: «Loco (aero-mexican mix)»
The Hives: «I hate to say I told you so»

13
Feb
07

La familia es la familia

Hoy acabo de terminar de ver la segunda temporada de Los Soprano. De acuerdo, no soy muy original si me deshago en elogios con la serie. Lo cierto es que de un tiempo a esta parte se oyen elogios a la serie por todos lados, y personajes dispares de nuestra escena hispánica califica a Los Soprano como uno de sus espacios televisivos favoritos. Y no puedo negar que me revienta el hecho de que esta serie me guste tanto y saber que le gusta mucho también a cualquier mindundi sin criterio. Gajes del oficio, supongo.

Llego muy tarde, lo sé. No tenía Canal +, así que poder ver la serie cuando se comenzó a emitir me era imposible. Cuando me enteré de que La Sexta la había comprado la comencé a seguir con emoción. Ocurre que me cansé de tanto cambio de horario y día, y de tanta anulación porque había partido de fútbol. Desde entonces, el señor Emule (que dios lo tenga en su gloria) me proporciona dosis de placer cinéfilo en forma de los episodios de las temporadas uno y dos.

Ahora que acabo de acabar la segunda temporada, ya estoy pensando cuánto tardará la tercera en bajarse. Ahora ya estoy enganchado a las andanzas de Tony, quiero saber más, NECESITO saber más.

Omertá, onuri e sangu.

Lo mejor de la serie son los detalles. Todos son guiños, todos están cuidados, desde la música, especialmente en la segunda temporada (Sinatra, Stones, Boston, Otis Redding, …) hasta las referencias cinematográficas. Los personajes tienen carisma, y aunque retraten una cierta humanidad de la Familia mafiosa, no dejan de ser unos personajes trabajados. Muestra esa cutrez de los chándals de Paulie, Pussy o Chris, alejada de esos mafiosos trajeados, a excepción del gran Silvio Dante – Little Steven, quizás el peor actor de la tele, pero, señores, él es Silvio Dante, mi favorito. Cada vez que escuche Men Without Women ya no veré al guitarrista del pañuelo en la cabeza, veré a Silvio, siempre con esa mueca entre cabreado y acidez estomacal. O qué decir de Chris, afortunadamente no cogieron al estereotipo de actor de tele guapito y con planta: Chris es feo y desgarbado, pero, hey, es uno de los nuestros. Y esa Carmela Soprano, abnegada y temerosa de Dios, horrorizada por el trabajo de su marido, pero disfrutando no obstante de la vida de lujo y ostentación que le proporciona. Y Tony… cuando sea mayor quiero ser Tony Soprano, lo he decidido.

Canciones:

The Rolling Stones: “Thru and thru”
The Libertines: “Can’t stop me now”
Fun Lovin’ Criminals: “Big Night Out”

12
Feb
07

Quiero formar parte de esta banda…

Pongamos un poco de clase y de diversión para la mierdosa noche de domingo… sólo quedan 5 días para el viernes.

Recordadme que otro día hable de este pedazo de grupo al que ya toca disfrutar en una sala humeante como Bikini.

Buenas noches, y buena suerte…

10
Feb
07

EPÍLOGO: The Rolling Stones en los 90’s… y en el siglo XXI (pt.6 y final)

¿Qué sentido tiene un nuevo disco o un concierto de los Rolling Stones en el 2007? Dejando a un lado las connotaciones históricas en el seno de la música e incluso sociales que supuso la obra y la actitud de esta banda, ¿qué tiene para adquirir tal importancia? Sin duda alguna, en un principio se debe comentar el repertorio de sus conciertos, casi inmejorable para cualquier banda en activo.
Por otra parte, el componente de espectáculo entre circense y Broadway que llevan tiene su encanto… si a alguien se le puede citar bajo el término Arena Rock, esos son The Rolling Stones. Queda muy claro que la época de Mick jugando con su cinturón mientras cantaba Midnight Rambler en un escenario humeante queda muy, muy atrás. Y sin embargo, no cabe llevarse a engaño… en la gira de Black & Blue, en el doble directo Love You Life, ya nos encontramos a unos Rolling Stones grandilocuentes, con sección de viento, con escenarios cada vez más espectaculares, con un Mick superstar, en definitiva, y en el fondo, no tan distinto que lo visto en las últimas giras. Con la salvedad de que han pasado 30 años de eso.


Todas las chicas deberían lucir camisetas como esta

Unos dirán que eso no es rock n’ roll. Que rock n’ roll son Marah y Mother Superior, Diamond Dogs y Danzing, The Black Crowes y Pearl Jam. Tal vez así sea. Pero despreciar un concierto de los Rolling Stones porque sean unos viejos millonarios acomodados sería tan absurdo como no ver Pulp Fiction porque John Travolta sea un puto gordo atontado por la cienciología.

Por otra parte, salvo un atisbo de magia en «Voodoo Lounge», sus discos ya no son lo que eran. Exceso de autocomplacencia, creo yo. Demasiado ego para ponerse en manos de un Rick Rubin, por poner un ejemplo. Y sesentaytantos ya no es edad para una macrogira. Aún a riesgo de que esta propuesta significara la despedida de la banda para un país tercermundista como España, creo que ya es hora de olvidarse de esas giras maratonianas por todo el mundo civilizado y sin civilizar, buscando la pasta sea como sea y minando la salud de unos sesentones que, muy probablemente, ya no pueden llevar ese ritmo tan brutal, lo que implica bajas, anulaciones y el consiguiente follón. De verdad, y que me perdonen mis (múltiples) lectores de El Ejido, pero qué hace una banda como los Stones tocando en un campo de fútbol como ese? Exceso de autocomplacencia, avaricia desmedida, listón demasiado bajo en muchos de sus actos.

El futuro de los Stones tiene que estar en una gira americana, una europea de no tantas fechas, y alguna cosita en Japón. Todo ello recuperando un cierto minimalismo, porque ya no hay edad para carreras por el escenario. Y referente a sus discos, deberían dejarse asesorar por otras personas, por gente a la que le guste el rock y ame a los Stones, y tal vez, por qué no, incluir canciones ajenas compuestas ex-profeso para la banda o incluso versiones de temas antiguos (rock, blues, soul,… el repertorio es amplio). No creo que sea el momento de decir adios. Sí el momento de plantearse una nueva evolución, acorde a estatus, edad y nivel. Y de evoluciones, The Rolling Stones saben un rato largo. Por algo son la mejor banda de rock n’ roll de la historia.

Canciones:

Fun Lovin’ Criminals: «Beautiful»
Iggy Pop: «Nightclubbing»
Tom Petty: «Into the great wide open»




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