Estoy en una fase nostálgica. Por supuesto, no hay un único factor culpable de esta fase nostálgica. Pero desde luego sí que existe un elemento catalizador que acelera el proceso. Y en este caso, resulta que pasé por casa de mis padres, y recuperé una veintena de revistas Popular 1 antiguas, de las muchas que tengo por ahí almacenadas, y que algún día debería traerme para casa. Desde ese día estoy hojeándolas cada rato libre que tengo, recordando discos, películas, y también textos y sobretodo, recordando cómo era yo cuando cayeron esas revistas por vez primera a mis manos.
La primera toma de contacto que tuve con Popular 1 fue en el 96, la solía leer de tanto en tanto en la biblioteca de mi barrio. En diciembre de ese año me compré una, para acompañar 11 horrorosas horas de tren. Y en julio del 97 la volví a comprar. Desde entonces, hará 10 años, la compro religiosamente cada mes, a veces más por hábito que otra cosa, lo reconozco. Pero los primeros años, me convertí en un auténtico fan del popu. De repente, me abrió un mundo de discos y películas que me ha acompañado el resto de mi vida. Descubrí clásicos antiguos, clásicos contemporáneos, nuevas bandas y también muchas más cosas de grupos que ya me gustaban por aquél entonces, básicamente el rollo más grunge/alternativo y bandas de hard-rock como Guns n’ Roses o Aerosmith.
Every picture tells a story…
Una vez, durante un verano de esos en los que a los estudiantes nos tocaba trabajar, estuve currando en una portería de un edificio de oficinas de Barcelona, sustituyendo al fulano que ocupaba el puesto titular. Por cierto, un gran trabajo, todo el día sentado, leyendo, sin hacer nada de nada, sin pasar calor … un chollo. Pero el gran descubrimiento fue que el portero titular en cuestión, además de una ingente colección de revistas Interviú (que me alegraban la vista durante las horas de trabajo), guardaba en su garita un montón de ejemplares de Popular 1 antiguos, de la época que comprendía entre 1990 y en adelante. Y no lo pude evitar, el sustraerle todas las revistas correspondientes a la etapa entre el mencionado 1990 y el 97, a partir del cuál ya tenía esas revistas. Imaginaos, eso fue grande. De repente, más de 30 revistas de la que parece ser fue la época dorada del popu, los 90’s.
El NoMeJudas: espejo de tantos rockeros juntaletras…
Releer esas revistas y venir a mi cabeza mil y un recuerdos, es todo uno. Aunque no es siempre algo positivo. Por supuesto, hay buenos recuerdos, y otros no tan buenos. Que diez años dan mucho de sí. Aunque la memoria, traicionera ella, hace que los primeros recuerdos que te invadan sean los buenos, tratando de enterrar los malos a seis pies bajo tierra. Desempolvar los discos que compré y me obsesionaron en esa época es siempre un placer. También hay que contar que en esa época o no tenía Internet, o mi acceso a los discos en Internet era ciencia ficción con mi cutre conexión (como mucho, y tras horas conectado, podía conseguir canciones sueltas). Por lo que cada uno de esos discos tenía mucho más valor para mí. Todo eran sorpresas, hay veces que uno piensa que nada de lo que escuche le va a sorprender o le va a gustar más que cuando escuchó a D-Generation, a Jane’s Addiction, a Led Zeppelin o a Ziggy Stardust por vez primera. Una estupidez de sensación, pero que está ahí. Para el recuerdo me queda un poster-collage que me hice, con una cartulina grande negra y fotocopias de fotos de Hendrix, Lanegan, FL’C, Screaming Trees, Eddie Vedder o Iggy Pop, y que sigue colgado en mi ex cuarto de casa de mis padres.
En aquella época me creía a César Martín (AKA The Man) a pies juntillas. ¿Por qué no, tratándose del tipo que me descubrió a Gram Parsons o a Temple Of The Dog? Me encantaba el No Me Judas, el Correo y el Apéndice (a los que llegué a escribir varias cartas, tres o cuatro de ellas publicadas), era lo primero que leía. Con el paso de los años, empecé a valorar de otro modo la opinión de The Man en particular, y del popu en general. Sin embargo, no puedo dejar de agradecer tanta orientación musical y cinematográfica, y los buenos ratos pasados leyéndolo. The Man me sigue pareciendo un tipo que escribe bien, y aunque su opinión ya no me la tomo como un dogma de fe, sabiendo de qué pie cojea, la tengo en cuenta. Y, diablos, me siguen entreteniendo sus textos cada mes. Y su blog.
Por cierto, que los popus de 1990, 1991 y 1992 son a veces sonrojantes, pero me encantan. Otro día dedicaré una entrada a esos popus en los que Sting reinaba en portada y The Man se dedicaba a la sección “línea exterior”.
Canciones:
Hellacopters: “Hey!”
D-Generation: “D-generated”
Jane’s Addiction: “Ted… just admit it”