El otro día tuve un sueño extraño. Todos lo son, esas atmósferas oníricas siempre me descolocan, pero ese del sábado tuvo una peculiaridad, y es que aparecían en el sueño varias personas a quienes en su momento consideré amigos o amigas y que, por lo que fuere, fueron desapareciendo de mi vida. Algunas, por razones concretas, otras sin ningún detonante que implicara la separación. Eso me está dando que pensar en estos últimos días. Echad la vista atrás y seguro que encontraréis personas que en su momento considerásteis amigos, y los quisisteis como tal, pero que sin ninguna razón aparente, os fuísteis distanciando. No hubo una pelea. No hubo un desengaño. No hubo una distancia física, por lo menos no una insalvable. Tal vez cambiásteis de gustos. Tal vez de pareceres. Tal vez fue una cuestión de madurez. Pero no deja de resultarme curioso cuando recuerdo esos momentos al lado de tu amigo en los que piensas que algo chungo tiene que pasar para que dejes de considerarlo como tal.
Entonces, ¿
cuál es la línea, difusa a veces, que separa un amigo de un conocido, de un compañero, de un colega?. Quizás es que yo todavía mantengo esa visión idealista de la amistad. Pero es evidente que las personas vienen y se van. Se dice que con los amigos de verdad puedes contar aún en situaciones extremas, pero vamos, hasta ahora, no me he quedado arruinado en el arroyo, ni he necesitado un riñón, ni me han llevado a malherido hombros en el frente hasta la trinchera cruzando fuego enemigo. Esas
pruebas de fuego pertenecen más a los libros de Julio Verne y Emilio Salgari que a la realidad.
Jamás entendí la obsesión por esta serie. Era divertidilla a ratos, sin más.
Y cuando ha habido un distanciamiento y esa persona que fue tu amiga ha quedado atrás en el tiempo, ¿es posible recuperarla? Y siendo así, ¿vale la pena?. Probablemente si me encontrara en una cafetería sentado en una mesa con cualquiera de las personas que aparecían en ese sueño, me daría cuenta, entristecido, que ni ellas ni yo somos la misma persona. No somos las mismas personas que en su momento fueron amigas, con lo que nada hace pensar que lo sean ahora.
Y para acabar la noche, cerraremos poniéndonos trascendentales con unas líneas de filosofía barata… ¿existe realmente la amistad? ¿qué es en realidad? ¿Se le puede, acaso, aplicar grados? ¿Tal vez esa expresión de Josep Pla de «amics, coneguts i saludats»? ¿Acaso no se trata de una necesidad de sociabilización implícita a las personas que nos tiende a unir? ¿Y qué une más, gustos y aficiones comunes o personalidades complementarias? En fin, para acabar no puedo sino recomendar fervientemente la lectura de «Cuatro Amigos», de David Trueba. Buenas noches, amigos.
Canciones:
Red Hot Chili Peppers: «My friends»
Queen: «Friends will be friends»
WAR: «Why can’t we be friends»