Archive for the 'Kiko Amat' Category

16
Oct
13

Libro del mes (octubre): «Ella Es punk Rock», Pablo Poveda

Pablo Poveda es un cabronazo. Lo es, porque su novela “Ella Es Punk Rock” resulta la clase de libro que yo quisiera haber escrito. Pero no lo he hecho. Cosas de la envidia. Y no envidia sana, por favor, no hacen falta paños calientes. La envidia sana no existe. La envidia de verdad es la que nos hace rabiar. Lo demás son meros sustitutivos, sacarinas de la vida. Porque esta novela es, al igual que “ella”, punk rock. Lo que quiera que eso signifique.

Una historia adolescente vital y directa a la mandíbula, no podría ser de otra manera. Quizás me recuerda a la frescura del siempre reivindicable Kiko Amat, si bien la prosa de Pablo Poveda va más al grano. Como los Ramones en “It’s Alive” y sus veintiocho canciones en cincuenta y tres minutos. Igual de adictiva.

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23
Ene
13

libro del mes (enero): “Eres el Mejor, Cienfuegos”, Kiko Amat

Se lo debía. Después de haber disfrutado de sus 4 novelas y de su libro de memorias/vivencias/anécdotas musicales, y después de haberle sableado alguna que otra idea de su página web, como esta misma sección del “Libro Del Mes” (que tampoco es que sea el paradigma de la originalidad), obviamente, Kiko Amat tenía que aparecer en estas líneas.

Su última novela, “Eres el mejor, Cienfuegos” se publicó a finales de 2012, de modo que para variar, un poco de actualidad literaria. Y tras haber seguido la carrera novelística de Kiko Amat, leyendo este libro he tenido la sensación de que se nos ha hecho mayor. No es que suponga un problema, porque, sabéis qué? Yo también. Pero sssshhhh, no se lo digáis a nadie. El caso es que se trata de la primera novela que Amat no centra en un personaje juvenil, adolescente o pre-adolescente. En este caso, el protagonista, Cienfuegos, es un tipo que bordea peligrosamente la cuarentena, y las visicitudes que vive son las propias de su edad y de las circunstancias que ese ente tan triste y gris que llamamos “realidad” nos proporciona.

A su vez, se trata de la novela más claramente politizada del autor, que se posiciona fervientemente a favor del movimiento 15M. Y por si fuera poco, ese poso de amargura que sus anteriores libros podían, más o menos, reflejar, aunque sin perder nunca el sentido del humor tan característico de Amat, en “… Cienfuegos” se torna agridulce, o incluso, con un cierto vitalismo y casi, oh, cielos, optimismo.

Reconoceré que el final no me ha acabado de convencer. A pesar de ello, he disfrutado de ese retrato con naturalidad y sin aspavientos de lo crítico que es dejar de tener ventitantos, cambiar de prefijo, comenzar a cargar la mochila de neuras propias y también ajenas, que ese ente que llamamos “sociedad” y que siempre nos sirve de chivo expiatorio nos proporciona, y al final estás bordeando esa terrible cifra de los 40 y eso que tanto acojona y que llaman madurez. Por lo menos a mí, que todavía me queda más de un lustro para ello, me acojona.

La carrera novelística de Kiko Amat la recomiendo fervientemente, y aprovecharé estas líneas para hacer un Top4:

1.- Rompepistas

2.- Cosas que hacen BUM

3.- Eres el mejor, Cienfuegos

4.- El día que me vaya, no se lo diré a nadie

En todas ellas se hacen referencias al pop y también a lo que se llamaría cultura pop, de cine y novela contemporánea. En “… Cienfuegos” están ciertamente bien insertadas, como guiño a la afición pero lo suficientemente sutil y tangencial como para no echar atrás a los no iniciados.

En definitiva, una buena novela, libro entretenidísimo pero ojo, con más fondo del que pudiera parecer en un principio. Si no habéis leído nada de Kiko Amat antes, lanzáos a por los #1 y #2 de la lista, pero si ya lo habéis hecho, no dejéis escapar este “Eres el mejor, Cienfuegos”. El cabrón de Kiko Amat lo ha vuelto a conseguir.

Canciones:

Portishead: «Cowboys»

The Jam: «Away from the numbers»

The Cure: «In Between Days»

10
Ene
13

DISCOS QUE OLVIDÉ QUE TENÍA Hoy: “New Earth Mud”, Chris Robinson (2002)

Cuando uno comienza a acumular discos, al cabo de unos años nota el peso de un cierto complejo de Diógenes. No me entiendan mal, no haré la aberración de apartar mis discos para pasarme a consumir mp3, sin embargo, puedo comprender los problemas de espacio. Los discos son objetos físicos que nos acompañan, a veces, durante una temporada, y luego, por diferentes razones, quedan arrinconados, hasta que, sin nadie realmente pretenderlo, vuelven a salir a la luz. En esta nueva sección repasaré discos que tenía cogiendo polvo en una estantería, pero que si en alguna ocasión compré, fue por algo. Vete a saber el qué. Discos que hacía mucho que no escuchaba, tanto, que los había olvidado. Con todo el riesgo que ello conlleva, amigos, porque sabemos que la música va asociada a vivencias y recuerdos, y a veces, el subconsciente es sabio, y si nos lleva a enterrar algunos discos, por algo será. De modo que un respeto, que el artista se juega la vida.

Como soy un tipo poco original, pero de buen fondo, diré que esta idea de los discos arrinconados que saco a rescate no es mía, sino que se la estoy copiando a Kiko Amat, de su blog. Como quiera que no creo que lea estas líneas y con la autoridad moral de haber comprado y leído todas sus novelas (que recomiendo), me permito tomarme esta libertad.

Este año que se ha hablado tanto de los discos en solitario de Chris Robinson, con su nueva banda, Chris Robinson Brotherhood, me permito recordarles que el cuervo (lo siento, para mí será SIEMPRE el cantante de los Black Crowes) ya publicó un LP él solito, hace una década. Y allí estaba vuestro buen amigo Kar, dispuesto a rendir pleitesía, y a gastarse los cuartos en este trabajo en cuestión. No en vano, era 2002, los Black Crowes habían publicado esa maravilla que fue “Lions”, para mi gusto, el último gran disco de los de Atlanta, el año anterior… ¿cómo no iba a comprar ese trabajo en solitario del vocalista?

Portada del disco

Portada del disco

Y por lo que veo, invertí mis buenos cuartos, copia en CD, estuche de cartón, en una edición cuidada que incluye un DVD con algunas tomas en directo. Aunque reconoceré una cosa: nunca he visto ese DVD…. Por dos razones, primero, que no suelo hacer mucho caso de estos extras, y sobretodo, que en su momento, el disco me decepcionó un poco. Como dije, lo compré a los pocos meses de su lanzamiento, por lo que me gastaría unos dinerillos, nada de series medias u ofertas. Si la memoria no me falla, lo compré en Discos Revolver, la verde, de la calle Tallers de Barcelona. Al día siguiente tenía un viaje de trabajo que me apetecía más bien poco, y me decidí a darme ese capricho.

Qué llevaría este DVD?

Qué llevaría este DVD?

Cuando leí lo que se decía de este trabajo de Robinson en Popular 1, revista que por aquél entonces seguía siendo un referente claro para mí, lo cierto es que me asustó un poco. Luego escuché el disco, y  lo entendí: poquito Rock tiene este “New Earth Mud”. Y mucho menos, aires de Black Crowes. Ni psicodelia, ni rock sureño, ni The Faces…

Sin embargo, considero que el tiempo se ha comportado con él… lo escucho ahora y me está gustando más que entonces, a pesar de que tampoco lanzaría cohetes. Corría, recordemos, el año 2002, y Chris Robinson era entonces un tipo enamorado de su joven y flamante mujer, la guapita de cara Kate Hudson, y este disco rezuma amor (titula una canción “Katie Dear”, ojo) y un cierto espíritu, digamos, adulto. Lejos del rollo festivo de “By Your Side” o de la psicodelia de “Lions”, quizás sí que recupera un poquito de soul. Pero poco, mucha guitarra acústica, teclados, medios tiempos… un cierto sonido de rock suavecito de FM tipo M80. Los primeros nombres que me vienen a la cabeza son un Billy Joel sin tanto pianazo, o de un Stevie Wonder de finales de los 70s o primeros de los 80s. O incluso de un Joe Cocker ochentero. Para que se vayan haciendo una idea. Normal que entonces me causara decepción, y acabara cogiendo polvo en la estantería.

El artwork es bonito, eso sí...

El artwork es bonito, eso sí…

No  lo destacaría especialmente, ni recomendaría fervientemente su escucha, especialmente si uno es fan de los cuervos. Entiendo que en su momento tenía que comprarlo. Y sin embargo, ahora veo algunas melodías bonitas, algunos arreglos majos, algunas canciones que valen la pena. Especialmente aquellas en las que se acerca al soul y otras negritudes, en su vertiente más elegante. Un no está mal en toda regla.

Canciones:

Chris Robinson: «Untangle My Mind»

Chris Robinson: «Better Than The Sun»

Chris Robinson: «Silver Car»

19
Mar
12

Lo mejor de la semana. Semana 15

Lo sé, sé lo que estábais pensando… creíais que había vuelto a una de mis travesías por el desierto, ausente del ruedo bloggero. Y no os culpo, últimamente la intermitencia es una tónica general, por más que cada semana me proponga dotar de mayor continuidad a esta martingala que denomino Notas De Kar. Pero bueno, ¿vosotros no érais de los que se llenaban la boca ensalzando la improvisación, la libertad, la espontaneidad y no sé cuántas chorradas más? Sí, seguro que sí. Todo el mundo lo hace, y rechaza, como si de la peste se tratara, ese término que granjea tantos odios y que responde al nombre de “rutina”. Pues bien, queridos míos, un blog requiere de rutina. Y os diré más, los humanos requerimos de rutinas. Pensad en ello. Y mientras tanto, vayamos con una de esas rutinas semanales que antaño lo fueron en este blog, lo mejor de la semana:
3.- “Misión Imposible 3”: Reconoceré que es la causante de que hoy vaya tarde y esta entrada pase a lunes en lugar de a domingo. Mientras cenaba he puesto la tele, rutinas tontas que tiene uno, sin nada que querer ver en concreto. Y he dado con la emisión de esta peli, la tercera de la saga. Reconoceré también que la primera entrega me gustó bastante, del mismo modo que la segunda me pareció una mierda de dimensiones bíblicas. E inesperadamente, la peliculilla en cuestión me ha enganchado cosa fina, hasta verla acabar. Es una bobada de película, pero con buen ritmo, bonitas localizaciones y una escena, la del Vaticano, que vale por el resto del metraje.
2.- Bendito Atraso: Se trata de la web / blog de Kiko Amat. Y como blog, muestra una visión muy personal de las cosas, llámense esas cosas música, cine, libros o la sociedad, en toda la amplitud del término. Siendo una visión personal, adolece de todos los defectos que se le quieran ver. Sus opiniones musicales son, muy a menudo, diferentes a las mías, a veces diametralmente opuestas. Otras veces, cuando se mete en terrenos del Soul y otras negritudes, me parecen opiniones a tener en cuenta. Y a nivel de pop, a veces sí, a veces no. Me atrae más, sin embargo, esa ironía que gasta, verdades del barquero, en ocasiones. El día que me dé por renovar la plantilla y el aspecto de NDK, incluiré un link. Mientras tanto, tirad de Google, malditos vagos…
1.- “Los Trapos Sucios”: Ok, es por todos conocida y reverenciada, la autobiografía de Mötley Crüe, una banda que me gusta pero que nunca he considerado dentro de ese círculo privilegiado que yo llamo “mis grupos favoritos”. Tenía ese libro desde hacía casi dos años, y tras un tímido inicio, lo abandoné. No preguntéis. Había leído en muy poco tiempo las biografías de Aerosmith, de Slash y de Led Zeppelin, y estaba algo saturado. Otras circunstancias personales que nada os debieran importar, más allá del mero cotilleo, rodearon esa primera toma de contacto con el libro, por lo que lo abandoné. Superada la sobredosis de bios rockeras y dispuesto a superar también los malos recuerdos que me traía “Los Trapos Sucios”, retomé su lectura. Y si bien lo hice con el escepticismo del snob que soy frente a aquello que todo el mundo va laureando, la feroz sinceridad que destilan Nikki, Mick, Tommy y Vince, retratándose como auténticos despojos humanos me tiene ganado. Todavía estoy en su lectura, y disfrutándola mucho.
Canciones:
Hellacopters: “By The Grace Of God”
Paul McCartney: “Ever Present Past”
Joe Cocker: “Night Calls”
07
Jul
09

Bernadette

Segundo día y segunda entrada. Como mañana toca madrugón, espero que no os importe que pida algo de ayuda para estas líneas. Y no, no me refiero a los 200 chimpancés amaestrados que me suelen escribir estos textos, ya que hoy les he dado fiesta commemorando el 35 aniversario del estreno de «El Planeta de los Simios». Me refiero a Kiko Amat, escritor del que ya os he hablado en un par de ocasiones, coincidiendo con la lectura de dos de sus libros. Como quiera que ya le he hecho suficiente publicidad, no creo que le importe demasiado que le cite. Y también pedir la ayuda de los Four Tops, uno de los combos de soul definitivos. Y con ellos, Bernadette, la Bernarda, más cerca a la del coño que a la santurrona de la película. Escuchemos a los Four Tops y dejemos que sea Amat quien continúe:

«(…) Era Bernadette de los Four Tops, una de mis canciones favoritas. Cuando estaba con Eleonor, y creía que ella era mi Mujer Escarlata, siempre le cantaba esa estrofa. Bernadette, la gente busca el amor que nosotros ya tenemos. También canté Bernadette las dos ocasiones que Eleonor me dejó: la historia de un hombre enamorado que nota la envidia, la falsa amistad de los que le rodean. (…) Lo cierto es que Bernadette no tiene un toque tan apocalíptico como el que le daba yo. En la letra original, nada hace pensar que Bernadette vaya a hacer las maletas cuando termine la canción. Bernadette no tiene la culpa de toda esa angustia. (…) Hay una pausa hacia el final de Bernadette que hiela las venas. Todos los instrumentos dejan de sonar y parece que termina la canción. Pero no. De la nada aparece una voz, la del cantante Levi Stubbs, y de algún modo sabes que esa voz lleva lágrimas, cargadas como mochilas en sus omoplatos. Cuando Stubbs rompe el silencio casi puedes ver sus ojos empantanados y rojizos, con embalses en los lados. (…)

15
Mar
09

Rompepistas

Hablé de este libro hace un par de semanas. Luego me compré el Popular 1 de este mes y, oh, sorpresa, me topé con una reseña (pequeñita, pero reseña no obstante) del mismo. Que conste que yo lo mencioné antes. Qué duro es ser original en el texto escrito. Casi tanto como ser un santo en la ciudad.

«Rompepistas» es la tercera novela de Kiko Amat, un tipo que además de su faceta de novelista, que empezó no hace mucho, lleva bastantes tiros pegados en el mundillo del juntaletras musical y fanzinero. Ya me perdonareis que no use la palabra «periodista». Va a ser que no. Además, y si a la cuestión curricular nos ceñimos, Kiko Amat no es periodista. Ni yo tampoco. Pero sí colabora con algunos periódicos, como La Vanguardia, amén de otras revistas como Rockdelux (recordadme que algún día hable de semejante artefacto). Y cómo llegué a comprarme su libro? No soy un gran consumidor de novedades literarias. Supongo que simplemente me llamó la atención una novela de un personaje como él. Diablos, no puedo evitar decirlo. Salvando las distancias, y por el hecho de ser un juntaletras sin formación periodística que se ha dedicado toda su vida a escribir de sus gustos musicales y culturales, me recuerda a mí. Podría haber sido yo. Tal vez sea algo de envidia. Tal vez algo de palmaditas en el hombro, pensando que si él ha podido, yo también. Tal vez.

Y el caso es que me ha gustado. De hecho, me ha gustado tanto que hoy mismo acabo de comprar la que es su segunda novela, anterior a «Rompepistas». Pero de eso hablaré otro día. Porque volviendo a «Rompepistas», se trata de una novela basada en la adolescencia. Y eso, damas y caballeros, tiene su riesgo. Riesgo de ser repetitivo y poco original. Riesgo de ser frívolo. Riesgo de ser poco realista o de serlo demasiado. Y a todos ellos se enfrenta Kiko Amat, y sale airoso. Hombre, teniendo como cabecera a Susan E. Hilton, la cosa cuanto menos comienza bien.

Sin dar muchos detalles, narra una historia de unos acontencientos que le ocurren a un chavalín de 17 años, un skinhead de los 80’s (que poco o nada tenían que ver con los skinheads neonazis y facinerosos de los 90’s, y de eso, también habría que hablar más calmadamente). Las referencias al punk y al ska de finales de los 70’s y primeros de los 80’s son constantes, y quizás por ello pudiera parecer una novela para «iniciados». Es decir, que si no conoces ninguna de esas referencias podrías estar perdido. Lo parece en apariencia, pero al final no es más que un marco que recoge el cuadro. Y sin embargo, qué bien escogidas están estas referencias, y diantre, me gusta la vuelta de tuerca que proporcionan a la obra. Y no, no hablaré más del argumento. Sólo comentaré que es comedia y es tragedia, de esas pequeñas tragedias cotidianas y constantes, de tan constantes que casi ni las apreciamos. Vivimos con ellas. Démosle una oportunidad a «Rompepistas», y no creo que nadie se arrepienta.

Canciones:

The Beatles: «Blackbird»
The Rolling Stones: «Can I get a witness»
Eagles of death metal: «Wannabe in L.A.»




junio 2023
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