Archivo de febrero 2013

25
Feb
13

Hemeroteca: Entrevista a Kurt Cobain. Popular 1. 1994.

Abrimos nueva sección en NDK, tirando de hemeroteca. Me gusta leer revistas y tengo un serio problema con el acúmulo de las mismas, de los últimos años. Serio problema, complejo de Diógenes… qué más da. En fin, la cosa va de colgar algunos artículos, entrevistas o trozos de revistas, preferentemente antiguas, para gozo y disfrute de mis lectores. Obviamente, no tengo derechos de reproducción de las mismas, y si así me lo hacen saber, no dudaré en eliminar esta entrada… no vayamos a hacernos daño. Aunque en realidad, creo que es un poco de publicidad gratuita a las mismas, así como un poco de arqueología revistil. Porque amigos, comenzamos con un clásico, Popular 1, año 1994, creo.

Los amigos de Popular 1 publicaban una entrevista que tenían inédita con Kurt Cobain, lo cual entronca con el hecho de que la semana pasada fuera el cumpleaños del difunto cantante, que hubiera cumplido 46 añazos de no haber jugado con (armas de) fuego. Hasta ahí el chiste fácil, que me permito en mi condición de ex fan. No es que ya no me gusten Nirvana, no. Me siguen gustando, pero en su momento, en mi adolescencia, era muy putifan. Así que vamos con ello.

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Desde luego, Kurt era un tío permanentemente agobiado. No me queda muy claro hasta qué punto era real y dónde comenzaba la pose, la verdad. Porque una cosa sí fue cierta: Kurt se hartó de hacer entrevistas en los dos años y medio que pasaron desde que pronunció esas palabras hasta su grand finale.

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Sin embargo, aquí puedo ver un par de conceptos interesantes. El primero, cuando opina que no le interesa saber “lo que piensan o lo que son de verdad” los grupos que le gustan. Hoy en día, en plena era de la (des)información por Internet, es relativamente fácil conocer muchos, demasiados datos de nuestros músicos favoritos. Podemos conocer lo que opinan de cualquier idiotez, o lo que hacen. Y a menudo, chico, menudas decepciones. A algunos músicos, como a la mayoría de futbolistas buenos, es mejor verles en acción que escuchar lo que dicen. En realidad, no sé si la culpa es siempre de periodista o de músico, pero la mayoría de las entrevistas me parecen aburridos ejercicios de onanismo y de recurrentes atajos hacia el camino conocido y seguro.

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Aquí advierto muchas divagaciones. ¿Letras sí o letras no? Os confesaré que en un principio, las letras no me importan especialmente. Pero si son interesantes, le suma muchos enteros. Confesaré también que como consumidor de música anglosajona, al no ser mi lengua materna, si la letra es una tontada, soy capaz de abstraerme de la misma de un modo más sencillo que si la canción estuviera escrita en castellano o catalán.  En fin, dame letras insustanciales y buena música, y podré ser feliz. Al contrario, no.

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Ay, qué duro es renunciar a la libertad a cambio de unos cuantos miles de dólares. Kurt prefería dar entrevistas a fanzines de corte underground, solo cuando quisiera hacerlo. Y sin embargo, Geffen les obligaba en cierto modo a charlar con los Kerrang y los Rolling Stone de turno. En ese sentido, sin embargo, Pearl Jam fueron más coherentes. Lo que quiero decir es que cuando Pearl Jam decidió desaparecer de los medios masivos, no grabar videoclips para la MTV, o incluso saltarse el circuito habitual de conciertos en su guerra con Ticketmaster, lo hicieron. Y lo hicieron hasta que decidieron dejar de hacerlo. Cito a Pearl Jam como caso típico de banda “grande” que graba en multinacional, pero que realmente impusieron unas normas. Nirvana, o Kurt en particular, renegaban de estas cosas, pero a su vez, hacían sesiones fotográficas, daban entrevistas, grababan videoclips con Anton Corbijn…

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Personalmente, ese “Endless Nameless” que aparecía al final del disco creo que era una solemne idiotez, y debo decir que esa moda tan de los 90s de incluir al final del CD una pista oculta, en general poco más que ruidos y esbozos de riffs, o una cancioncita insulsa en el mejor de los casos, era francamente irritante.

Respecto a Bleach versus Nevermind, estoy de acuerdo con lo que dice. Si quitas la producción y la manera de grabar tan distinta de uno a otro, no hay tanta diferencia estilística. Nirvana siempre disfrutaron de los temas con más melodía, aunque la versión “oficial” es que pasaron de un punk más guarro (en Bleach) a un punk más pop con una sonoridad de hard rock (Nevermind). Pero escuchen, escuchen ambos discos seguidos. Yo, si no les importa, escucharé sólo Bleach, porque todavía no puedo volver a escuchar Nevermind. Me sobreexpuse demasiado a ese LP en mi adolescencia.

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“Somos un grupo independiente que ha firmado con una multinacional, es una especie de traición”… aquí demostró Kurt Cobain tener mucha razón, y da pistas de la eterna disyuntiva de la música de los 90s en adelante. Pero no se puede decir que tenía mucha clarividencia, cuando varios de sus coetáneos, amigos y admirados, como Soundgarden, ya lo hicieron antes, y después… bueno, después, la música independiente se fagocitó, hasta la caída de las discográficas y la vuelta al Do It Yourself que el asunto de las descargas ilegales de música provocó.

Sin embargo, cuando dice que el rock ya no molesta a nadie, que se ha convertido en un producto de consumo, parte de razón tiene, y desde luego en los 90s, así fue. Hoy en día, el rock ya no es un producto de consumo, más allá de los clásicos de los 70s y 60s, que son considerados eso, clásicos, como lo puede ser Miles Davis o Maurice Ravel. En los 90s lo fue, y qué puedo decir… afortunadamente. Eso hizo que la chavalería de este estado semi-africano como es España pudiera acceder de una manera relativamente fácil a grupos como Screaming Trees. Por eso, me pregunto si realmente es malo que el rock se haya hecho un producto de consumo.

¿Qué os parece esta entrevista?

Canciones:

My Morning Jacket: «Evil Urges»

Foxy Shazam: «Welcome To The Church Of Rock And Roll»

Big Star: «Thirteen»

19
Feb
13

Guilty Pleasures (5)

Los italianos son los mejores vendedores de humo del mundo. Ésa es una verdad universal. Salen predestinados para la venta de humo desde muy pequeños, desde la escuela y como educación social. Lo cual, ojo, no les ha ido pero que nada mal, como país, y como colectivo. Y por supuesto, tampoco como conjunto de turistas que, sea de vacaciones o sea de Erasmus, que para el caso, es lo mismo, suelen conseguir encandilar a las mozas de los pueblos y ciudades hispánicas que visitan. Bien por ellos. Hijosdeputa. Por eso me gustan. Son unos mamonazos con clase. Y en este mundo podrido, por lo menos, que no nos falte la clase. En serio.

La música italiana popular que suele llegar por estos lares acostumbra a basarse en solistas masculinos edulcorados que cantan al amor en el Festival De San Remo, y traducen sus letras a un castellano chapucero, insistiendo en el falso mito de que el italiano es un idioma sencillo que cualquiera que hable español puede entender fácilmente. Una vez comentaba con unos colegas de trabajo milaneses la música de su país que llegaba al oyente de la Celtiberia y los pobres se sentían francamente avergonzados.

Así que dicho todo esto, quizás pueda parecer una paradoja resaltar este tema de Marco Masini, “Bella Idiota” como un guilty pleasure mío, que lo es, y de los de manual. Todos recordaremos que en los 90s hubo un pequeño boom de música italiana, tipo canción ligera, en los charts españoles, encabezado por tipos como Eros Ramazzotti, Laura Pausini, Paolo Vallesi o el que nos ocupa, Marco Masini.

Lo de Masini me lleva a mi tierna adolescencia, era a principios de los 90s cuando escuché por primera vez a este tipo, vía cinta de cassette que alguna de mis compañeras de clase ponía cuando el profesor de dibujo, en las sesiones prácticas, nos permitía escuchar música en el aula. Entonces solía sucederse una pequeña batalla entre el sector fan fatal femenino, el sector rockero más masculino (lo siento por mis lectoras rockeras, era así) y el sector discotequero. Evidentemente la tolerancia y la diplomacia brillaban por su ausencia, y esta clase de actividades solían acabar con el profesor o monitor o conductor de autocar de turno hasta los huevos de criajos peleándose por qué mierda había que escuchar.

Pero vayamos al tema de Masini… “Bella Idiota”… no es muy sutil, que digamos. La cosa va de despecho, de las mujeres, que son muy malas, y de hombres enamorados que pierden la cabeza, la compostura, la cartera y muchas otras cosas, por su culpa. Un clásico, vamos. Desde el mismo Mester de Juglaría que ya se escribía sobre ello. Así que no hemos avanzado mucho en 600 años.

De hecho, esta letra le trajo algunos problemillas a Masini, pues si quizás en la traducción al castellano, el término “idiota” no es excesivamente ofensivo, el original “Bella Stronza” es algo más hiriente. Se le acusó, además, de misógino, por el contenido de este tema. ¿Pero sabéis qué es lo bueno de esta canción? Que el tipo, realmente, parece sentir todo ese despecho, y soltar la bilis en forma de coplilla.

Así, la cosa va de un fulano dolido y desesperado porque se enamoró de una mujer guapísima, tan ciegamente que dejó a su propia novia, se peleó con sus amigos, y ¿todo para qué? Para que ella, la muy guarra, se largara con otro… u otros, no queda muy claro… pero desde luego, con más dinero que nuestro protagonista. Y éste va declamando en esa forma tan curiosa y tan masculina de cagarse en sus muelas, pero a su vez, ofreciéndole una oportunidad de escaparse los dos, huir y hacer una nueva vida juntos. Es decir, más patético no puede ser. Pero así somos los hombres, queridas mías. Este es mi consejo para las miles de lectoras de NDK.

Y de este modo, se va sucediendo todo entre una guitarra acústica, principal, con la banda de fondo, y unas cuerdas, para darle la dosis necesaria de dramatismo. En fin, aunque Marco Masini tiene una voz rasposa estilo Brian Adams, para que nos hagamos una idea, y no lleva el rollo pulcro y elegante de algunos de sus compatriotas, sino que su pose es más, digamos, de cantautor rockero, en el sentido del término de esos maravillosos 90s en los que las guitarras distorsionadas estaban de moda, tampoco creo que nos estemos perdiendo una carrera musical trufada de grandes canciones. Ni falta que hace, claro, pues para algo estamos hablando de guilty pleasures.

14
Feb
13

discos que olvidé que tenía. Hoy: “Tomorrow The World”, The Shazam (2002)

Los fans somos gente con un punto de rareza. Nos agrada que aquello que nos gusta no sea compartido por mucha gente, tal vez para hacerlo algo más privado, más íntimo, más propio, quizás. A su vez, no podemos evitar proclamar a los cuatro vientos nuestras pasiones. Pensad en dos amigos que comparten esta enfermedad melómana. Pueden ponerse muy pesados con sus charlas musicales. Cuando este tipo de conversaciones se hacen con amigos o conocidos más cercanos, sí que hay pie a la discusión, al intercambio de pareceres y a la adoctrinación sobre ese-grupo-que-adoras-y-que-no-se-puede-perder. Los fans tenemos una faceta de predicadores en potencia inherente a nuestra condición. Eso tiene dos riesgos, uno, parecer un listillo y dos, entrar en una discusión que se puede agriar por mentar a ese guitarrista que para el otro es más sagrado que la madre. Por ello, y cuando hay poca confianza, es mejor tirar de gustos comunes conocidos o bien de aquellos que sabes que no te fallarán, como los Rolling Stones, que a todo rockero y persona de bien le gustan y son respetados, por lo menos en alguna de sus facetas.

De modo que no puedo dejar de hablar de un disco y de un grupo que no conozco a nadie más al que le guste, o casi, incluso, que los conozca: The Shazam.

Ésta es la portada que debéis buscar.

Ésta es la portada que debéis buscar.

The Shazam son una banda americana que practican un power-pop con ciertos dejes garageros, sí, pero power-pop de manual. Y en 2002 publicaron el que es uno de mis discos favoritos, “Tomorrow The World”. Los referentes son los clásicos en esta clase de grupos, que si Beatles, que si Cheap Trick, aunque también un poco de MC5. En realidad, no es que sean el paradigma de la originalidad, lo cual, por supuesto, no tiene la menor importancia. Porque amigos, “Tomorrow The World” tiene CANCIONES. De la docena de cortes del disco, al menos cinco son esa clase de temas que en un mundo más justo y con un poquito de mejor gusto deberían estar sonando en las radios y en los bares cada cuarto de hora. Por supuesto, este mundo no es así, y The Shazam no suenan en las radios.

No busquéis en Spotify... no está...

No busquéis en Spotify… no está…

Sin embargo, en ese 2002 yo sí los descubrí a través de la radio. Por entonces tenía un trabajo en el que debía hacer constantes viajes en coche, pegarme kilometradas de varios centenares, y por casualidad, cosas de las diferentes frecuencias de la FM en distintas áreas geográficas, di con un programa de radio del que no sabría citar ni nombre, ni emisora. Una lástima, porque era un buen programa. Entre varias novedades de corte más alternativo, sonó el single “Gettin’ Higher” y bueno, aquello me llegó hondo. Igual me pilló con la guardia baja. Igual era el momento y el lugar adecuado. Pero en cuanto llegué a Barcelona, busqué ese disco, y lo encontré, en Discos Revolver. Desde entonces, nadie más me supo decir gran cosa más acerca de ese disco que yo pinchaba una y otra vez, hasta que unos años después, vi que el gran Little Steven los había apadrinado para su programa Underground Garage. Me da la sensación de que sin su empuje, The Shazam difícilmente habría sobrevivido como banda, pero sin embargo, ahí están, y Little Steven los incluye en sus recopilatorios y en sus festivales. De lo cual me alegro, por supuesto.

Se ha olvidado el mundo de The Shazam?

Se ha olvidado el mundo de The Shazam?

No estoy muy seguro de si he encajado bien este texto en la sección, porque en realidad jamás he olvidado que tenía este disco, al contrario, lo suelo tener muy presente. Yo no he olvidado este disco, es el mundo quien parece haberse olvidado de él. No creo que sea muy fácil dar con este “Tomorrow The World”, pero si os gustan los Redd Kross o The Monarchs, no dejéis de comprar ese disco, si lo encontrárais por ahí. Cuando escuchéis maravillas de canciones como “Nine Times”, entonces entenderéis de qué os hablo.

PD: Si alguno de vosotros conocía este disco, por favor, que no se lo calle… así no me sentiré tan solo en esta batalla.

 

De lo poco que he encontrado en Youtube, un buen concierto de 2003…

Canciones:

The Shazam: “Nine Times”

The Shazam: “Gettin’ Higher”

The Shazam: “Not Lost Anymore”

12
Feb
13

La Ley de Susan E. Hinton (featuring Norma Jean Magazine)

Otro artículo publicado en Norma Jean Magazine:

En las últimas semanas, y en el marco de este maremágnum de la opinión de baratillo, en ese patio de vecinas virtual que es Twitter, he leído comentarios que vienen a decir algo así como que los hombres no suelen leer libros escritos por mujeres. Es decir, como si un libro escrito por un hombre es destinado a hombres y mujeres, pero un libro escrito por una mujer sólo tiene como público objetivo el colectivo femenino. La historia venía a cuento a partir de opiniones acerca de la falta de escritorAs en cierta revista cultural, creo. En fin, que se empieza por ahí, uno suelta una burrada, otra se saca la opinión sin base estadística alguna que mencionaba antes, el de más allá carga las tintas, y al final, ya sabéis, el Twitter.

Pues quisiera reivindicar a Susan E. Hinton, una escritora que no sólo fue leída hasta la saciedad por hombres, especialmente jóvenes, sino que además tuvo los arrestos de escribir libros donde los protagonistas eran chicos, chavales, proyectos de hombrecitos, que se reflejaban en sus personajes. No me diréis que no tiene mérito.

LEER MÁS

Canciones:

The Dandy Warhols: «Godless»

Neil Young: «Don’t Cry No Tears»

Marvin Gaye: «Inner City Blues»

04
Feb
13

jitazos fugaces. hoy … OMC

El otro día leía que los de Jot Down Magazine publicaban un artículo sobre Jitazos Fugaces… ay, qué mala es la falta de ideas, cuando tienen que robar una idea que era claramente mía y que nadie más en Internet había desarrollado jamás, un clásico de NDK… simplemente tuvieron la falta de originalidad de utilizar el término original inglés (One Hit Wonders) y así se ahorraban de enviarme el cheque… Por si fuera poco, tuvieron la indecencia y la mala leche de incluir el “No Rain” de Blind Melon como Jitazo Fugaz/One Hit Wonder, lo cual es una injusticia hacia una banda que grabó 2 discos maravillosos (“Blind Melon” y “Soup”) y que despidieron con un disco de refritos y descartes que, para variar, mantenía un nivel francamente alto (“Nico”). Muy mal, Jot Down Magazine. En fin, les perdonaremos el patinazo porque resulta una revista/web que verdaderamente da gusto de encontrarse en Internet, y cuya versión en papel está muy bien hecha.

Pero me estoy enrollando, cuando lo que quería era presentar otro de esos Jitazos Fugaces que, además, me sirve para recuperar una serie que tenía algo olvidada. Los protagonistas de hoy son OMC, banda neozelandesa (ojito!) con un nombre demasiado similar a aquellos clásicos de los 80’s que eran OMD. Nada que ver, obviamente.

Bueno, esta canción llegó a los charts europeos, y también a los hispánicos en 1995, siendo visto aquí como una suerte de curiosidad, por aquello de tratarse de las antípodas, y tal… porque música australiana siempre ha llegado mucha, vía UK, habitualmente, pero ¿de Nueva Zelanda? Eso era algo nuevo. OMC grabaron este “How Bizarre” como single, cuando aún se grababan singles, y luego, tras el éxito mundial, grabaron el álbum que contenía ese single, disco que obviamente no interesó a nadie. Tuvieron la grandísima suerte de ser contemporáneos de esos melómanos de los 90’s que jamás imaginaron que haciendo un par de clics podrían obtener, gratis, aquella canción que les gustaba, sin tener que aguantar el tostonazo de disco, ni, obviamente, pagar por ello.

Y qué os puedo decir, la canción tiene su gracia, especialmente por esas trompetas que me recuerdan a la época en la que al gran Willie DeVille le dio por los sonidos más tropicales. Por supuesto, hubo el videoclip de rigor, y demás parafernalia que era obligatoria para todo Jitazo Fugaz que se precie. Según esa fuente de rigor informativo que es Wikipedia, “Between 1995 and 2000, OMC is estimated to have sold between three and four million records worldwide” … es decir, tres o cuatro millones… como el que se come seis o siete olivas… como el que llegará cinco o diez minutos tarde… qué más dará un millón más o un millón menos de discos vendidos…

Como suele ocurrir en estos casos, OMC grabaron un par de discos más que, si el que contenía el single “How Bizarre” no interesó a nadie, ni os cuento sus continuaciones. Por supuesto, poco importa, cuando amasaron tanto dinero en royalties que acabaron el cantante y el productor enfrentados por ellos en los tribunales. Y como si de un telefilm de mediodía de domingo se tratara, tras llegar a un acuerdo extrajudicial, dicho cantante, Pauly Fuenama, moría con tan solo 40 años, de una enfermedad degenerativa.

No quisiera acabar sin mencionar que probablemente los que escuchamos esa canción en 1995 íbamos a imaginar que la palabra “bizarro” se iba a poner de moda varios años más tarde… con la particularidad de que se utilizaría con el significado en inglés (bizarre, extraño o estrafalario) en lugar de con el significado real en castellano (bizarro, valiente o gallardo), creando uno de los pocos casos de “false friends” a la inversa (del inglés al castellano) que se acaba extendiendo tanto que casi hace olvidar la definición real. Eso sí que es bizarro…




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