Archive for the 'pearl jam' Category

27
Jul
13

SOUTHERN CALIFORNIA SUMMER’13 – DAY 4

(Casi) todo el mundo sabe que Eddie Vedder es de San Diego. Bueno, en realidad, no lo es, pero sí se mudó con su familia cuando era tan solo un crío. Quizás es el hecho de que Vedder sea un fanático del surf, deporte muy extendido y practicado en la zona, lo que inconscientemente hace que identifiquemos a Vedder con San Diego. Luego Jack Irons le puso en contacto con unos muchachos de Seattle, ciudad a la que se acabó mudando Vedder, y el resto es historia.

Aunque más allá de todo ello, San Diego es ciudad de nacimiento de muchas bandas famosas, por ejemplo, los Stone Temple Pilots. Es curioso lo mal que el tiempo ha tratado a los STP, dejándolos enterrados en la historia, como si hiciera eones de su eclosión a nivel mundial, cuando ciertos grupos más antiguos parecen mantener cierta aureola.

Claro que siempre puedes irte, y luego volver, como hicieron los Rocket From The Crypt, también de San Diego, quienes estuvieron un tiempo hibernando en una caverna desde 2005 hasta su reunión, en 2013. En mitad de ese período, a John Reis, también conocido como Speedo, le dio tiempo a formar los Hot Snakes, pero yo siempre preferiré ese característico sonido de punk rock de corte clásico con sección de viento de los RFTC.

La escena punk de San Diego tiene en su haber otros clásicos, los punkos hispanos The Zeros, que a su vez tenían en sus filas a Robert Lopez, El Vez. Y una rareza: Ratt. Sí los Ratt eran de San Diego, pero claro, en su época, y con el tipo de música que los muchachos de Ratt tocaban, era inevitable que condujeran las casi tres horas que separan San Diego de Los Angeles y establecieran, para siempre, su base de operaciones allí.

Aunque si de clásicos hablamos, San Diego es ciudad natal de unos verdaderos clásicos: Iron Butterfly. A pesar de que el hit “In-A-Gadda-Da-Vida” fagocitara el resto de su carrera, hay que ser justos de dejar claro que Iron Butterfly, junto con otros como Blue Cheer, Vanilla Fudge o Steppenwolf, sentaron, a finales de los 60’s, lo que acabaría convirtiéndose en el hard rock.

Y como guinda, si algo le debemos a San Diego es ser la patria chica de unos grandes… Big Mountain!!!

Canciones:

The Rolling Stones: “Memo From Turner”

Jam & Spoon: “Right In The Night”

Redd Kross: “Debbie & Kim”

26
Jul
13

SOUTHERN CALIFORNIA SUMMER’13 – DAY 3

Melissa Etheridge toca el 9 de agosto en San Diego. Andaba curioseando la agenda de conciertos para mañana, ya que el sábado tengo libre y me puedo permitir irme a dormir algo más tarde. Es decir, más tarde de las once, que es mi hora límite de estos días. La verdad es que por alguna razón había confundido a Melissa Etheridge con Mederith Brooks, esa individua que cantaba aquello de “I’m a bitch, I’m a lover…”. Y no es que tenga el menor interés en la carrera de Mederith Brooks, sino que, simplemente, me hizo gracia que tanto tiempo después, pudiera estar viva todavía. Al  menos musicalmente. Al menos como para hacer conciertos. Tal vez debería incluir esa canción de marras en los Jitazos Fugaces… Pero no, Melissa Etheridge no es la que yo me pensaba que era, aunque tirando de Wikipedia, sí que tiene una historia cachonda, que ya había escuchado alguna vez pero no recordaba.

Resulta que la tal Melissa Etheridge es lesbiana activista y se había quedado embarazada con la colaboración de David Crosby como donante de esperma. Sí, David Crosby, de The Byrds, de Crosby, Stills & Nash y también de Crosby, Stills, Nash & Young. Un tío a quien su querencia por el alpiste hizo que pasara de ser un joven espigado a ser un gordo calvo con el pelo largo y bigote. Aunque si dejamos la estética de lado, un músico excepcional, eso sí.

Siguiendo con la conexión The Byrds, poquito más tarde actúa Roger Mc Guinn, a quien, lo he de reconocer, ya le daba por muerto. En efecto, pensaba que ya estaba bajo tierra. No me preguntéis por qué.

Tocan También Pearl Jam, pero nos vamos al mes de noviembre. Tiene que ser interesante ver a Pearl Jam en San Diego. ¿Acaso Eddie Vedder seguirá considerando a San Diego como su “hometown”?. Desde luego, toda la movida grunge no puede contrastar menos con el ambiente calmado y las vibraciones positivas de la baja California.

Pero en definitiva, no tengo suerte, y parece que nada muy interesante se cuece, al menos a nivel musical, mañana en la ciudad. Qué se le va a hacer…

Canciones:

Pearl Jam: “Got Some”

The Byrds: “Younger than Yesterday”

Joe Cocker: “Night Calls”

18
Abr
13

ON THE ROAD AGAIN: SAN DIEGO (4)

Como debería saber cualquier fan del cine ochentero, aquí, en San Diego, se rodó Top Gun. De hecho, muy, muy cerca de donde me encuentro ahora mismo, tanto es así, que varias veces durante el día, se oyen los cazas de guerra sobrevolar a baja altura el cielo. Es una curiosidad que te suelen comentar a menudo. Iceman y Maverick sobrevolando por Miramar. Sí, por Miramar, que aquí los topónimos en castellano son constantes. Estamos francamente cerca de México, y toda esta zona no era sino un conjunto de misiones españolas. Sin embargo, aunque pudiera parecerlo, no hay tanta gente que hable castellano. En realidad, y a pesar que tan sólo unos 30 km nos separan de la frontera, el castellano sigue siendo el idioma del jardinero, del camarero y del que sirve la gasolina.

A menudo se suele criticar el poco interés que tienen los gringos en aprender algún otro idioma más allá del suyo propio. Esta actitud es, sin embargo, poco realista. Hagamos el ejercicio inverso: cuántos compatriotas vuestros saben hablar italiano o alemán, por ejemplo? Nos sale un número reducido, ¿no es cierto? Los gringos, en general, no suelen hablar otros idiomas, sencillamente porque no lo necesitan, ya que todo el mundo que necesite una comunicación internacional, hablará su propia lengua. Así, el aprender otro idioma es, para ellos, una actividad complementaria, pero no necesaria. La mayoría de los que critican este hecho, actuarían igual, de ser posible. Pero no, aprenden inglés, no por gusto o por interés, sino por necesidad, generalmente, laboral.

El otro día tocaba en la ciudad Nick Cave & The Bad Seeds. Yo estaba recuperándome de mi jet-lag. De todas formas, no estoy tan metido en la música del australiano. San Diego, sin tener una escena rockera de renombre, más allá de ser ciudad de adopción de Eddie Vedder (que no nació en San Diego), suele ser parada de las giras americanas de las bandas. En cualquier caso, el gran acontecimiento son los conciertos de la gira de los Rolling Stones que harán en el Staples Center de Los Angeles el próximo mes de mayo. Por si a alguien le interesa, en la 101.1 de la FM local, sortean un par de entradas.

Esto es USA y el rock and roll está presente en el substrato personal general. Escuchaba una entrevista a Keith Richards y decía algo así como que no se había valorado nunca lo suficiente la influencia que ha tenido en el mundo, en la cultura, por supuesto, pero incluso trascendiendo el campo meramente cultural, las música americana. Y el viejo tenía razón.

Canciones:

R.E.M.: “Beachball”

Pat Benatar: “Hit Me With Your Best Shot”

Frank Black & The Catholics: “Men In Black”

25
Feb
13

Hemeroteca: Entrevista a Kurt Cobain. Popular 1. 1994.

Abrimos nueva sección en NDK, tirando de hemeroteca. Me gusta leer revistas y tengo un serio problema con el acúmulo de las mismas, de los últimos años. Serio problema, complejo de Diógenes… qué más da. En fin, la cosa va de colgar algunos artículos, entrevistas o trozos de revistas, preferentemente antiguas, para gozo y disfrute de mis lectores. Obviamente, no tengo derechos de reproducción de las mismas, y si así me lo hacen saber, no dudaré en eliminar esta entrada… no vayamos a hacernos daño. Aunque en realidad, creo que es un poco de publicidad gratuita a las mismas, así como un poco de arqueología revistil. Porque amigos, comenzamos con un clásico, Popular 1, año 1994, creo.

Los amigos de Popular 1 publicaban una entrevista que tenían inédita con Kurt Cobain, lo cual entronca con el hecho de que la semana pasada fuera el cumpleaños del difunto cantante, que hubiera cumplido 46 añazos de no haber jugado con (armas de) fuego. Hasta ahí el chiste fácil, que me permito en mi condición de ex fan. No es que ya no me gusten Nirvana, no. Me siguen gustando, pero en su momento, en mi adolescencia, era muy putifan. Así que vamos con ello.

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Desde luego, Kurt era un tío permanentemente agobiado. No me queda muy claro hasta qué punto era real y dónde comenzaba la pose, la verdad. Porque una cosa sí fue cierta: Kurt se hartó de hacer entrevistas en los dos años y medio que pasaron desde que pronunció esas palabras hasta su grand finale.

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Sin embargo, aquí puedo ver un par de conceptos interesantes. El primero, cuando opina que no le interesa saber “lo que piensan o lo que son de verdad” los grupos que le gustan. Hoy en día, en plena era de la (des)información por Internet, es relativamente fácil conocer muchos, demasiados datos de nuestros músicos favoritos. Podemos conocer lo que opinan de cualquier idiotez, o lo que hacen. Y a menudo, chico, menudas decepciones. A algunos músicos, como a la mayoría de futbolistas buenos, es mejor verles en acción que escuchar lo que dicen. En realidad, no sé si la culpa es siempre de periodista o de músico, pero la mayoría de las entrevistas me parecen aburridos ejercicios de onanismo y de recurrentes atajos hacia el camino conocido y seguro.

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Aquí advierto muchas divagaciones. ¿Letras sí o letras no? Os confesaré que en un principio, las letras no me importan especialmente. Pero si son interesantes, le suma muchos enteros. Confesaré también que como consumidor de música anglosajona, al no ser mi lengua materna, si la letra es una tontada, soy capaz de abstraerme de la misma de un modo más sencillo que si la canción estuviera escrita en castellano o catalán.  En fin, dame letras insustanciales y buena música, y podré ser feliz. Al contrario, no.

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Ay, qué duro es renunciar a la libertad a cambio de unos cuantos miles de dólares. Kurt prefería dar entrevistas a fanzines de corte underground, solo cuando quisiera hacerlo. Y sin embargo, Geffen les obligaba en cierto modo a charlar con los Kerrang y los Rolling Stone de turno. En ese sentido, sin embargo, Pearl Jam fueron más coherentes. Lo que quiero decir es que cuando Pearl Jam decidió desaparecer de los medios masivos, no grabar videoclips para la MTV, o incluso saltarse el circuito habitual de conciertos en su guerra con Ticketmaster, lo hicieron. Y lo hicieron hasta que decidieron dejar de hacerlo. Cito a Pearl Jam como caso típico de banda “grande” que graba en multinacional, pero que realmente impusieron unas normas. Nirvana, o Kurt en particular, renegaban de estas cosas, pero a su vez, hacían sesiones fotográficas, daban entrevistas, grababan videoclips con Anton Corbijn…

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Personalmente, ese “Endless Nameless” que aparecía al final del disco creo que era una solemne idiotez, y debo decir que esa moda tan de los 90s de incluir al final del CD una pista oculta, en general poco más que ruidos y esbozos de riffs, o una cancioncita insulsa en el mejor de los casos, era francamente irritante.

Respecto a Bleach versus Nevermind, estoy de acuerdo con lo que dice. Si quitas la producción y la manera de grabar tan distinta de uno a otro, no hay tanta diferencia estilística. Nirvana siempre disfrutaron de los temas con más melodía, aunque la versión “oficial” es que pasaron de un punk más guarro (en Bleach) a un punk más pop con una sonoridad de hard rock (Nevermind). Pero escuchen, escuchen ambos discos seguidos. Yo, si no les importa, escucharé sólo Bleach, porque todavía no puedo volver a escuchar Nevermind. Me sobreexpuse demasiado a ese LP en mi adolescencia.

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“Somos un grupo independiente que ha firmado con una multinacional, es una especie de traición”… aquí demostró Kurt Cobain tener mucha razón, y da pistas de la eterna disyuntiva de la música de los 90s en adelante. Pero no se puede decir que tenía mucha clarividencia, cuando varios de sus coetáneos, amigos y admirados, como Soundgarden, ya lo hicieron antes, y después… bueno, después, la música independiente se fagocitó, hasta la caída de las discográficas y la vuelta al Do It Yourself que el asunto de las descargas ilegales de música provocó.

Sin embargo, cuando dice que el rock ya no molesta a nadie, que se ha convertido en un producto de consumo, parte de razón tiene, y desde luego en los 90s, así fue. Hoy en día, el rock ya no es un producto de consumo, más allá de los clásicos de los 70s y 60s, que son considerados eso, clásicos, como lo puede ser Miles Davis o Maurice Ravel. En los 90s lo fue, y qué puedo decir… afortunadamente. Eso hizo que la chavalería de este estado semi-africano como es España pudiera acceder de una manera relativamente fácil a grupos como Screaming Trees. Por eso, me pregunto si realmente es malo que el rock se haya hecho un producto de consumo.

¿Qué os parece esta entrevista?

Canciones:

My Morning Jacket: «Evil Urges»

Foxy Shazam: «Welcome To The Church Of Rock And Roll»

Big Star: «Thirteen»

12
Dic
12

La Banda – 1995

Esto sería en la primavera de 1995. Yo tenía entonces 15 años y en plena adolescencia, tenía el grunge subido. Hacía, ya sabéis, justo un año de la muerte de Kurt Cobain, y la tele se llenaba de reportajes al respecto. Como popularidad de movimiento en España, el grunge estaba en su apogeo. Y llegados a este punto, por favor, no me vengáis con purismos de terminología. Llamadlo grunge, llamadlo rock alternativo, llamadlo escena noventera… qué más da…

Tenía, entonces, que ya no, un amigo. Nada grave, simples separaciones de caminos adonde nos conduce la vida. En fin, otro quinceañero con pretensiones grunges, como yo. El muchacho no vivía en mi barrio, de modo que como punto de encuentro común, solíamos quedar en la Plaça de Catalunya, para callejear por el gótico y matar la tarde donde podíamos ir a mirar discos o sentarnos en el Burguer King de Canaletes donde podíamos pasar horas tan solo gastando el precio de una bebida. Me gustaba mezclarme con toda esa multitud diversa y moderna que poblaba la zona céntrica, la calle Tallers o la Rambla de les Flors, por alguna razón, lo veía como algo distinto de la que consideraba la cutrez de mi barrio. Así lo veía en aquella época. Todavía no teníamos edad de salir de fiesta o ir a bares. A los chicos de menos de 16 no les dejaban entrar, no así a las chicas, que siempre lo tuvieron más fácil.

Durante esa temporada una de las diversiones era ir a ver tocar a una banda que se plantaba en una de las esquinas de la Plaça de Catalunya, la que está más cerca de Portal de l’Àngel. Se trataba de un trío, cantante/guitarrista, bajo, batería, que tocaban versiones de temas de los 90’s. De actualidad, por entonces… era, repito, 1995.

Recuerdo particularmente al cantante, media melena rubia, pelo rizado con aspecto de hacer demasiado tiempo que no conocía peluquería o siquiera acondicionador de pelo. Era el arquetipo de líder de banda de rock alternativo. Solía vestir jerseys raidos, viejas camisetas, tejanos desastrados, botas militares, e incluso le llegué a ver tocando llevando un vestido de mujer, tal y como había visto en alguna foto a Kurt Cobain. El bajista y el batería se han desvanecido de mi memoria.

Si tocaban bien o mal, no lo recuerdo. Sí sé que encontrarme con uno de sus conciertos callejeros era un bonito aliciente, y éramos, o al menos así lo recuerdo ahora, un grupo grande de chavalería  que nos agolpábamos alrededor de nuestro grunchi power trío callejero. Tocaban canciones como “Longview” de unos por entonces fresquísimos Green Day, “Loosing My Religion” de R.E.M. o por supuesto, varios temas del repertorio de Nirvana, que eran ciertamente celebrados por el público. Probablemente hoy reconocería más canciones de las que tocaban, pero claro, entonces apenas estaba comenzando a descubrir toda esa música. Mi amigo y yo pertenecíamos al sector más joven de los allí presentes, y yo me sentía como perteneciendo a algo, viendo a aquél grupete tocando y rodeado de tipos con camisetas de Pearl Jam, melenas, perillas y toda la parafernalia noventera.

Estuvieron tocando de una forma más o menos frecuente durante una temporada, y luego, desparecieron. Puedo entender que a las autoridades no les hacía especial gracia estos conciertos callejeros improvisados. O tal vez, simplemente, se cansaron de tocar juntos. El caso es que la semana pasada se celebraba el 20 aniversario de la mítica Sala Garatge, y por asociación, me ha recordado.

Finalmente quisiera hacer un llamamiento a mis lectores que vivieran en Barcelona en aquella época y los recordaran. O tal vez los conocieran… O tal vez, fueran ellos…  Cualquier testimonio será bienvenido. En realidad, cualquier comentario será bienvenido.

Canciones:

Joan Jett: “Crimson and Clover”

The Afghan Whigs: “Crime Scene pt I”

Tears For Fears: “Woman in Chains”

 

24
Dic
11

1991

En 1991 cumplía yo 12 años, y me pensaba que ya era todo un proyecto de jovencito. Un Holden Cauldfield de El Guardián Entre El Centeno. O mejor aún, un Rusty James en Rumble Fish, novela que “me trajeron los Reyes” en esa época y que me marcó. Por alguna razón, recuerdo ese año como un buen año. Quién sabe por qué, la memoria es traicionera y tiende a pasar por un extraño prisma los recuerdos, para deformarlos y dejarlos más bonicos de lo que realmente eran.

Para la música fue un año estupendo, eso lo vemos ahora que se celebran 20 aniversarios de muchos discos clásicos, a saber, y ojo con la lista:

Guns n’ Roses – Use Your Illusion
Nirvana – Nevermind
Pearl Jam – Ten
R.E.M. – Out Of Time
Red Hot Chili Peppers – Blood, Sugar, Sex, Magik
Metallica – Metallica
Queen – Greatest Hits II & Innuendo
The Cult – Ceremony
U2 – Achtung, baby
Michael Jackson – Dangerous

Aunque debo decir que en aquella época sólo disfrutaba de los de R.E.M., Nirvana, Guns n’ Roses, Michael Jackson y Queen. Todo lo demás llegaría a mi vida más tarde. Freddie Mercury moría aquél año en el que yo me rendía a ese Greatest Hits II que siempre fue despreciado por los puristas, en favor del primer recopilatorio, o lo que es lo mismo, los Queen 80’s vs. los Queen 70’s. Ya comenté que aunque con el tiempo descubrí que lo bueno estaba en sus primeros discos, no renegaría jamás de los hits ochenteros de la reina. No era el único que moría, claro, en el mundo de la música. 1991 vería caer a Miles Davis, Steve Clark de Def Leppard, Eric Carr de Kiss, Serge Gainsbourg o a Johnny Thunders. Sí, aunque todos recordemos al Thunders que se arrastraba por los escenarios en los 70’s, aguantó con vida toda la década posterior, aunque en un estado heroinómano lamentable, y fue la heroína la que se lo llevó en ese año capicúa.

1991 fue también el año en el que se creó el primer videojuego de Sonic, de SEGA… bueno, en aquella época, o eras de SEGA o eras de Nintendo. Yo era de los primeros. Más que nada porque en mi casa me tuve que conformar con una videoconsola Master System II, en lugar de poder tener una Super Nintendo, que era lo más aquél año. También era el año en el que Antena 3 comenzó a emitir un clásico de la televisión: Los Vigilantes De La Playa … hummm… todavía no estaba Pamela Anderson, pero sí una Erika Eleniak (Shauni) que pasó fugazmente y apenas pudo disfrutar de sus 15 minutos de fama. Nosotros sí que pudimos disfrutar de la suya, y de sus contoneos en bañador rojo.

Podría colar como anuncio de desodorante Sanex…
Se estrenaba “Terminator 2” y todos flipábamos con Arnie como robot apocalíptico, y esa banda sonora, con Guns N’ Roses, o con ese tema principal instrumental, que algún desaprensivo remezcló a ritmo de mákina. Eran los años del descubrimiento de que existía ese estilo musical discotequero que reventaría las pistas de baile hispánicas. Pero amigos, otra moda musical y cinematográfica se adueñó de las calles: 1991 fue el año de ese invento infernal que fue el Grease Megamix. Su nombre es definitivo, un mix bastante cutre de las canciones de la película musical, que aprovechando la coyuntura, fue emitida varias veces por las novatas cadenas privadas de televisión. Increíblemente, esa mierda de remezcla se hizo muy popular. Aunque, por supuesto, el mundo de las remezclas y los megamixes, y todas esas martingalas, tiene un rey: Jive Bunny & The Master Mixers.

En 1991 la chavalería descubrimos el SIDA, de la mano del malogrado Freddie Mercury y también de Magic Johnson, quien declaró ser portador de anticuerpos de VIH. Lo que quiera que eso significara. Se iba a morir, como Freddie? Los niños sólo sabíamos que había un virus mortal por ahí suelto. Todo el mundo andaba revuelto ese año. Los gringos habían comenzado la Guerra del Golfo, y cada mañana, antes de ir al cole, podía ver por la tele los bombardeos de Bagdad, que eran unas imágenes en negro y verde fosforito. Hasta entonces, Bagdad era, para mí, la ciudad que alojaba la corte de las historias que nos contaban de “Las Mil y Una Noches”.

Pero como digo, el mundo estaba cambiando, y ahí estaba yo para contarlo. Ese año creamos, un par de amigos y yo, el periódico infantil escolar: La Gacela… el número #1 se llamaba La Gaceta, pero luego vimos que ya existía una cabecera con ese nombre (malditos!) y bueno, de una L a una T no había tanto. Mi aventura periodística duraría lo que nos cansaríamos de pasarnos los sábados por la mañana haciendo el dichoso periódico. Pero diablos, yo estaba encantado, y me sentía como un reportero explicando los trepidantes acontecimientos internacionales (guerras, revueltas, países que se independizan, …) que apenas llegaba a comprender. Tras varios meses, y justo antes de los exámenes finales de verano, La Gacela publicó su último número, y con ello, se cerró una etapa del periodismo nacional. Por lo menos, el de mi barrio.

Canciones:

Red Hot Chili Peppers: «If You Have to Ask»
Michael Jackson: «Gone Too Soon»
R.E.M. : «Radio Song»

02
Nov
11

Lista NDK Octubre 2011

Una idea que se me ocurrió, por aquello de darle un poco más de vidilla al blog, fue la de publicar la lista de las canciones que voy citando al final de cada entrada en Spotify. La realidad es que ahora mismo, la versión gratis de Spotify es un verdadero coñazo, con tanta publicidad, pero no deja de ser la opción que me parece más viable para estos menesteres. Por lo menos hoy en día. En lo que a disponibilidad de temas se refiere, la mayoría de los que he ido usando para cerrar cada entrada están disponibles. Por lo menos de momento. Alguno se ha quedado en el tintero, pero una minoría.



Tanto si tienes Spotify gratis como de pago, puedes conseguir aquí la lista NDK Octubre 2011.

Tres nombres sobresalen este mes: Pearl Jam, Mink DeVille y mis queridos Fun Lovin’ Criminals. De los primeros, ya hablé suficiente. Como también del trío de Nueva York. La presencia de Mink DeVille es gracias al descubrimiento de su disco definitivo, «Le Chat Bleu».

Una nota comercial, con Adele, una modernez probablemente carne de hype, como los cachondísimos Vaccines, la nostalgia del denostado disco de debut de Chris Cornell, que poco hacía presagiar lo difíciles que serían sus siguientes movimientos para la parroquia rockera, un oscuro tema de los muy reivindicables Generation X (con Billy Idol al frente), el debut de Nirvana o algo que parece perdido en el túnel de los tiempos como Rocket From The Crypt… tenemos un poco de todo, señora! A disfrutarlo con salud.
20
Oct
11

PJ20

Hacía ya unos días que no actualizaba, y estoy seguro de que los millones de seguidores para quienes significo la luz que ilumina sus tristes vidas andaban ya preocupados, creyendo que ésta resultaría ser una de mis, últimamente más frecuentes, travesías por el desierto, a veces de 40 días con sus 40 noches, otras más cercanas a los 40 años. Sea como fuere, no se trata de eso, y por aquí sigo, dando guerra. Así que atenta la compañía.
Y si un evento me alegró la semana pasada (esta semana, si eso, la obviamos), ése fue el pase de PJ20, la película documental de Cameron Crowe para conmemorar el 20 aniversario de Pearl Jam. Se realizaba un único pase en la ciudad, el jueves 13 en los cines Icaria. Única oportunidad de ver la cinta en pantalla grande. No me lo iba a perder, a pesar de que los 12€ de la entrada me parecieron excesivos. Qué dura es la vida del fan.
En fin, queda claro que del sumatorio Cameron Crowe + Pearl Jam difícilmente podían salir malas cosas. Así, si me pongo a hablar muy brevemente de la cinta en sí, sólo puedo decir que me gustó, y mucho. Aunque resulta innecesario ponerme a detallar el documental que resume los 20 años de carrera musical de los de Seattle, porque seguro que a estas alturas, a golpe de click, pueden dar con reseñas llenas de datos y frías como témpanos. No, si alguien busca eso, mejor salga de esta página. O se vaya a buscar porno, que es lo mejor que se puede encontrar en la red. Aquí, en realidad no hablo de PJ20. Hablo de mí. Yo y mis circunstancias.
Que 20 años no es nada, que febril la mirada
No por manido, voy a dejar de hacer el comentario. 20 años, menuda cifra, da puro vértigo. No dejó de regalarme el visionado un poso de melancolía al ver ciertas imágenes y escuchar ciertas canciones. Y eso que no sonó mi canción de Pearl Jam favorita, “Rearviewmirror”… ¿o tal vez sería Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town”? El caso es que allí nos reunimos un grupo de personas, casi nadie por debajo de los 25, la mayoría entre los 30 y los 35 años, lo cuál dice bastante poco de la renovación del público que arrastran los Vedder, Gossard y compañía.Todos nosotros celebrando un pasado.
Veréis, estoy acostumbrado a consumir material rememorando bandas que no viví en su apogeo, como pueden ser Kiss, por poner un ejemplo. El caso de los Guns n’ Roses es diferente, porque los gunners actuales muy poco tienen que ver con los que me encandilaban tiempo atrás. Por alguna razón, con Pearl Jam fue diferente. No es que me guste más su música que la de Axl Rose. No es eso. Ni siquiera sé decir exactamente qué es. Las imágenes se iban sucediendo y yo iba recordando escuchar “Rearviewmirror” en aquél bar, pillando en la radio el primer single de Vitalogy, “Tremor Christ”, descubrir la historia de Mother Love Bone, comprarme No Code, la pequeña decepción de su concierto en el St. Jordi del 2000 y la reconciliación con su directo en el Azkena años después. Melancolía, pero también me hizo sentir bien. Lo que los escritores cursis aprovechan para usar expresiones como “sentimientos enfrentados” o “sensación agridulce”, como si de un menú del chino de abajo se tratara.
Ya que en la cinta apenas tienen la delicadeza de mencionarlos, Dave Abbruzzese y Jack Irons, o el maravilloso mundo de coger las baquetas en Pearl Jam.
Como la carrera de Pearl Jam, la película va de más a menos, especialmente emocionantes son las imágenes de Andy Wood con Mother Love Bone, y esa primera gira de Pearl Jam con ese Eddie Vedder desbocadísimo. Cameron Crowe sabe lo que tiene entre manos y no erra el tiro. Cosa que, por ejemplo, no puedo decir de Scorsese, grande entre los grandes, pero que nos brindó un docu-concierto con todos unos Rolling Stones que supo bastante a poco. Mención aparte a ese Chris Cornell luciendo un aspecto rarísimo, no sé si sería ese color de piel o esa pinta de llevar un bottox mal puesto.
Y al final, qué nos queda de Pearl Jam? Pues supongo que queda lo mismo que de lo que éramos nosotros hace 20, 15 o 10 años: poco. Tampoco creo que como banda estén acabados, pero la realidad es que sus últimos cuatro discos se mueven en niveles mucho más bajos. Alguno más inspirado (el aguacate) otros más flojos (Riot Act). Probablemente esté siendo benevolente porque en realidad no me gusta admitir que si se van Pearl Jam, no sabría encontrar un recambio. Una banda que proporcione rock sincero, grandilocuente, con toques de épica, detalles de clasicismo, aires generacionales, himnos, ética y estética. Y seguramente ahora mismo hay chavales de dieciséis años que pensarían que no, que esa banda existe, que les acompaña y describe sus sentimientos, lo que ocurre es que yo ya no lo puedo ver. Pero me darán el beneficio de la duda, no?
Canciones:
Mink DeVille: “Bad Boy”
Hockey: “Song Away”
Rocket From The Crypt: “Born in 69”




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