Archive for the 'pixies' Category

12
Nov
13

Vuelvo a Madrid

La ocasión del concierto de los Pixies resultaba perfecta para pasar un par de días en Madrid. ¿Os he contado en alguna ocasión que me encanta Madrid? Yo soy de Barcelona, de hecho actualmente vivo en una población del extrarradio de la capital catalana, pero sigo considerando que soy de Barcelona. Madrid ha sido siempre para mí una ciudad de ocio y durante una temporada, también de trabajo. Pero sobretodo de ocio. Incluso cuando iba por trabajo.

Llevan unos días de huelga de basuras en la ciudad, y la mierda se acumula tendiendo hacia lo insalubre, en pleno centro. No quiero ni saber cómo estarán los barrios. Los negros de la calle arenal venden camisetas de fútbol fake. La camiseta del barça cuatribarrada está debidamente disimulada entre la maraña de zamarras. Pasamos por delante de un restaurante. Como gancho, una señora nos ofrece una copa a la entrada. “¿Quieren una copita de cava aragonés?”, nos dice, recalcando su procedencia. Los tiempos que corren, supongo.

Nunca había estado en la sala Riviera. Por lo menos se está cómodo, aunque el sonido es atroz y la barra esa en medio de todo es francamente molesta. Pero esto es Madrid, y podemos cenar a las 23:30 sin mayores problemas. Me llevan a un bar restaurante de Chueca al que jamás hubiera entrado, por miedo a poner un pie en su mugriento suelo y quedarme allí enganchado. Pero ya se sabe, esos sitios, a los que se accede mediante el boca a boca, son los mejores. Especialidad en setas. Poca broma. Y mientras esperamos mesa y bebemos algo en la barra, un poco que queso, cortesía de la casa. Antes del concierto, en otro bar, un poco de tortilla y unas patatas fritas, gentileza del dueño. Cuando en algún bar celtibérico me regalan una tapa pienso que algo se perdió en el camino en los bares de Catalunya.

Las calles están llenas. Hay vida en ellas. Es viernes por la noche, la chavalada, y no sé si incluirme en ella, ay, está de fiesta. Desde que en Barcelona comenzamos a mear colonia y a creernos los más hipsters del cotarro, pero también los más educados y los más finos, todo se volvió más aburrido. De acuerdo, en este punto pienso lo que en catalán diría “entre poc i massa”. Y sin embargo, no puedo evitar pensar que Barcelona se ha vuelto muy aburrida en los últimos años. Eso sí, molamos mucho. Somos como cuando Moe decidió cambiar su bar de toda la vida por un local para modernos.

Madrid tiene otro ritmo. Su gente es diferente. Tienen esa, y me perdonaréis la generalización, sociabilización, ese compadreo, un poco falso, si quieres, del vamos a tomar unas cañas o del vente a mi casa, algo que será por entorno, será por carácter, me queda lejos. El hecho de tener a tanta gente de paso (estudiantes, trabajadores viajantes, inmigrantes, …) lo sustenta. Y lo sé de buena tinta, porque durante años fui a Madrid por trabajo casi cada mes. Y claro, uno intenta buscar pasar también buenos ratos en esos días fuera de casa.

No sé si me gustaría vivir en Madrid. Está muy bien para irse un fin de semana y pasarlo en grande, comer muy bien, visitar esos lugares con tanto encanto (incluidos esos museos tremendos)… pero también tiene muchas cosas que me agobian, como ese tráfico atroz o ese trajín de gente. Pero seguro que una temporada, me quedaba a gusto.

Canciones:

Pixies: “Ana”

Mark Lanegan & Isobel Campbell: “Time Of The Season”

Paul McCartney: “Queenie Eye”

10
Nov
13

Pixies En Madrid

Vengo de pasar un par de días en Madrid, con la excusa, que no es poco, de asistir al concierto de Pixies en la capital española. La ocasión era inmejorable. De hecho, Pixies eran, para mí, uno de esos grupos que había asumido que nunca iba a ver en directo. Y no sería por ocasiones. Obviamente, hablamos de giras de reunión, porque la formación original se rompió en 1992, cuando Frank Black (entonces Black Francis), simplemente, les envió un fax a sus compañeros indicándoles la circunstancia. Siempre me ha encantado esa historia, esa manera tan poco ortodoxa de acabar con la banda. Sencillamente, Frank Black ya no aguantaba a la bajista Kim Deal.

En 2004 volvieron, sorprendentemente, a la actividad. No se soportaban, en especial Frank Black, Kim Deal y Joey Santiago. Pero amigos, los Pixies daban pasta, lo cual no deja de ser un motivo tan lícito como cualquier otro para volver. Tocaron en el Primavera Sound de 2004, y me lo perdí. No recuerdo muy bien el motivo, sería una estupidez. No sería, sin embargo, la última gira de reunión de los duendecillos de Boston. Repetirían Primavera Sound en 2010 y… me los volví a perder. En esta ocasión, tenía justificante firmado por mi mamá… en ese año pasé una etapa complicada que me hizo perderme muchas cosas, y de la que no vale la pena hablar.

Y por fin, cuando había colocado a los Pixies en el casillero de los grupos que nunca iba a ver, me enteré de sus dos conciertos en Madrid. Y claro, no iba a dejarlos escapar en una tercera ocasión. Lamentablemente, Kim Deal había tenido suficiente, o no se había fundido la pasta, vaya usted a saber. Sea como fuere, la gorda bajista no se apuntaba a la fiesta, lo cual no dejaba de ser una lástima. Kim Shattuck, de The Muffs, cubre la plaza.

Tengo que decir, no obstante, que a pesar de la emoción que me causaba el poder presenciar un concierto de una banda que seguía desde hacía más de quince años, no me entusiasmó. ¿Qué falló? Para mi gusto, un aspecto principal: el repertorio. De acuerdo, esto de los repertorios es algo muy personal, muy diverso, y cada fan tendría uno diferente. Pero qué os puedo decir… ir a un concierto de Pixies y que no toquen “La La Love You”, “U-Mass”, “Here Comes Your Man”, “Digging For Fire”, “Caribou”, “Gigantic”, “Velouria”, “Cecilia Ann”, “Bone Machine”, “Gounge Away”, “Nimrod’s Song”, “Cactus”, “Havalina”, “I Bleed”, “Stormy Weather” o incluso “Manta Ray” … insisto, esto entra dentro del bonito mundo de los gustos personales, pero no me negaréis que de la quincena de temas que cito, al menos la mitad pertenecen a lo mejorcito que han grabado el cuarteto de Boston… pues no, ni rastro de esas canciones. He de reconocer que alguna de ellas sí que cayó en la noche anterior (tocaban dos noches seguidas en Madrid), lo cual ya es mala suerte.

Total, que a pesar de esa mística de tener a los Pixies frente a mí, y de algunos momentazos que tuvo el show (espectaculares David Lovering y Joey Santiago), me quedé un poco frío en varios momentos, y en general, el concierto me emocionó mucho menos de lo que quisiera. Me recordó a la noche en que vi a los Redd Kross, otros que andaba años detrás suyo y que había borrado de mi casillero de futuribles, para que, de repente, en 2007 decidieran, por fin, girar, y recalaron en Apolo, para dedicar más de la mitad del bolo a repescar temas de su discografía anterior a “Third Eye”, para mí, claramente inferior a lo que vendría después. Te quedas con cara de tonto. Y un poco, es lo que me volvió a pasar ayer. Por lo menos interpretaron mi Pixie-canción favorita: “Debaser”.

Canciones:

Pixies: “U-Mass”

Pixies: “La La Love You”

Pixies: “Gigantic”

17
Abr
13

ON THE ROAD AGAIN: SAN DIEGO (3)

Estos yanquis, cómo les gustan las siglas, las contracciones, y todo lo que sea el simplificar más, si cabe, la pronunciación del inglés. Hoy me he enterado de lo que es U-MASS… para mí, siempre había sido una canción (temazo) de los Pixies, grupo que siempre, siempre hay que reivindicar, se ponga quien se ponga. Pues resulta que U-MASS se refiere, en realidad, a University of Massachusetts, lo cual no deja de tener sentido, siendo Boston la ciudad natal de los duendecillos de Black Francis, o Frank Black, o como se quiera llamar ahora el jodido gordo.

Ay, los Pixies… cómo me gustaría poder asistir a uno de sus conciertos. De acuerdo, ahora sus conciertos son puramente lucrativos, actividades para pagar las facturas mientras soportas a la puta gorda, al Carabobo de las baquetas y al filipino calvo, lo que no deja de tener su morbo, viniendo de un tío como Black Francis o Frank Black o como quiera que se llame ahora, que cesó la actividad de la banda mandando un fax a los que pasaban, automáticamente, a ser sus excompañeros. He tenido varias oportunidades, me dirá el lector avispado, o listillo. Sí, en sus dos últimas reuniones, han tocado en Barcelona. Y por alguna razón de índole personal, todas ellas de muy mal rollo, y que prefiero no recordar, no he podido verles. Una pena, sí.

En fin, parece que el día se ha levantado un poquito mejor por San Diego, y me dicen que el fin de semana promete bueno. Me dejan mucho más tranquilo. Brindaré por su soleado sábado desde mi avión. Pero mientras tanto, por aquí ando, trabajando demasiado.

Hoy, en mi despiste habitual, me estaba fijando en un tatuaje que una de las personas con las que estoy luce en la cara interna de su antebrazo. Es una cruz, con una inscripción, John 3:14-17, que, considerando la cutrez del diseño, le da a todo un aire bastante patibulario. Y aburrido como andaba, me puse a buscar qué decía el evangelio según San Juan, en esos versículos, como para que un tipo se los tatúe:

3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,  3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. De tal manera amó Dios al mundo. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

En fin, me esperaba algo más parecido a lo de Ezequiel 25:17 con el que Jules Winnfield despacha a los tipos a los que va a matar. Pero claro, en realidad, ese versículo que recita el negro, no es real. El de la película es bastante mejor que el de la Biblia. Cine 1-Dios 0. Volviendo al tatuaje de esa persona, me pregunto qué te mueve a tatuarte simplemente la referencia al texto, en lugar de, puestos a tatuar, una de las frases significativas. En definitiva, no todo el contenido de los versículos, pues más bien parecería, en ese caso, el protagonista de “Memento”, pero sí algo más allá que la mera referencia. Cosas veredes, Sancho…

Canciones

Pixies: “U-Mass”

R.E.M.: “Walk Unafraid”

Fu Manchu: “Eatin’ Dust”

27
Ene
13

Man Or Astroman?

El otro día alguien me recordó a los Man Or Astroman? … hacía mucho, mucho tiempo que no había escuchado nada de ellos, y se habían desvanecido de mi memoria. No me voy a erigir ahora en el fan número uno de la banda. De hecho, no tengo ningún disco suyo, nunca lo he tenido. Pero sí estuve una vez en uno de sus conciertos. Fue hace mucho, el mismo tiempo, casi, que no escucho su música. El mismo tiempo, casi, que nadie me los mencionaba.

Recapitulando, se trata de una banda americana de mediados o finales de los noventa, y ya me disculparéis, porque tiro de memoria, que practicaban un surf rock, pasado por el túrmix de la década, bebiendo a partes iguales del indie estadounidense o del punk, que de los popes del surf. En un alto porcentaje, y como corresponde al género, hablamos de música instrumental. Además, llevaban un rollo teatral-cachondo, a base de considerarse personajes extraterrestres, vistiendo monos de astronauta, y trufando sus canciones de referencias a la ciencia ficción de serie B más clásica. Lo dicho, eran unos cachondos.

De su música, no puedo decir mucho más, porque los descubrí leyendo Popular 1, y una vez tuve algunas canciones suyas grabadas, que apenas recuerdo y que perdí hace demasiado. Pero sí guardo en la memoria un concierto suyo, al que acudí. Por aquél entonces iba a muchos conciertos, tenía un amigo al que le gustaba también la misma música que a mí, y nos dedicábamos a ir a ver a bandas, aún sin saber mucho cómo sonaban, sólo para echar una ojeada, y tomarnos unas cervezas. A veces nos tragábamos rollos infumables, aviso. Un día debería hablar de conciertos sarnosos a los que he acudido.

En otras ocasiones, acertábamos. Y la noche de Man Or Astroman? acertamos. Fue un bolo, en la mítica sala Màgic, de la que ya hablé en alguna ocasión por aquí (y tamnbién aquí). Ambos teníamos exámenes esa semana, y seguramente no serían los días más adecuados para irse de concierto, por lo que, cosas de la memoria, recuerdo perfectamente cierta sensación de culpabilidad por irme de concierto en lugar de quedarme estudiando. En definitiva, allí estábamos, al pie del minúsculo escenario de la Màgic, con esos chalados en sus monos naranja, desgranando su surf-indie-punk como si les fuera la vida en ello. Incluso con el truco escénico de encender fuego en un casco de “astronauta” que uno de ellos se puso, chorrada de lo más celebrada por una sala con ganas de pasarlo bien.

Y al final, aunque no me acordara de su música, sí me acuerdo de que fue una noche inesperadamente divertida. Y por cosas así es por las que yo puedo guardar cariño a un grupo. Pero cuidado, también por experiencias negativas que puedo asociar a un disco, me pueden quitar las ganas de escucharlo para siempre. Pero de eso se trata, ¿no?.

Hoy he estado recuperando uno de sus discos vía Spotify, aplicación que no uso casi nunca, pero fíjate, hoy me ha dado por ejecutarlo de nuevo. Y sin ser la salvación del rock, ni falta que hace, no están nada mal. Por si fuera poco, se curran una versión del “Manta Ray” de los Pixies que, para mi gusto, supera al original, tan solo subiendo el tempo. Con ella os dejo:

Canciones:

Man Or Astroman?: “Manta Ray”

Ozzy Osbourne: “Mr. Crowley”

Patty Smith: “Summer Canibals”

09
Dic
09

Pixies en 2010

Durante una época hubo un cierto sector del público que criticó el éxito de Nirvana cuando publicaron «Nevermind», arguyendo que muchos de los cortes, entre los que se incluía el celebérrimo «Smells Like Teen Spirit» eran una suerte de plagio de los Pixies. Recuerdo una crítica en el que se referían con algo así como «un tío de Seattle llegó al estrellato con un tema que era como una cara B de los Pixies». Bueno, es innegable que la aureola de los Pixies planeó no sólamente en Nirvana, sino también en buena parte del rock indie de los 90’s. Kurt Cobain se quedó admirado tras escuchar el debut de los Pixies, «Surfer Rosa», y siempre habló bien de ellos. Probablemente fue en «Nevermind» donde más clara influencia se puede apreciar. No solemente en Nirvana, sino que Pixies ayudaron a sentar unas bases muy comunes en el rock indie de esa época: melodías muy marcadas por el bajo, alternancias de momentos tranquilos con estallidos eléctricos… , podríamos nombrar rápidamente una docena de canciones que rompieron las listas de éxitos de rock alternativo y responden a esos parámetros.No por ello parece de recibo considerar condenable el hecho de que Nirvana triunfaran tantísimo mientras que en 1992 Black Francis AKA Frank Black decidiera poner punto y final a los duendecillos enviando un fax a sus ya ex compañeros para notificárselo, en un acto de delicadeza extrema, sin haber conocido las mieles del éxito que pupilos suyos sí estaban disfrutando. Y sobretodo, tengamos muy claro lo siguiente: quien conocía a los Pixies en 1992? Muy pocos, eran una banda todavía bastante underground, un grupo «para iniciados». Pero cuántos de los que descubrimos a los Pixies y nos declaramos fans de los de Boston, lo hicimos a raíz de la admiración que Kurt Cobain profesó públicamente hacia ellos? Yo soy uno de esos. Y seguro que hay muchos más.
Pongamos unas cifras sobre la mesa: de su disco más vendido, «Nevermind», Nirvana colocaron diez millones de copias en USA, mientras que de su disco más vendido, «Doolittle», Pixies han colado un millon de copias en USA. Pero sólo habían vendido 100000 durante los 6 primeros meses tras su publicación. Esas ventas, soprendentemente, crecían por ejemplo en 1993, dos años después de sacar su último disco. Y en 1995 había llegado a ser disco de oro (500000 copias). Por supuesto, el tema de las ventas tiene el valor que se le quiera dar, pero está muy claro que The Pixies fueron más comprendidos y admirados a raíz de una generación posterior de músicos exitosos que se decían influenciados por ellos, que en su época de vida.
Gordos, viejos y acabados???… allí estaré, claro que sí!!!!

Desde 2004, la banda (Pixies, no Nirvana… juas juas) ha ido haciendo algunos conciertos de reunión, a pesar de que sus relaciones personales siempre han sido declaradamente malas. El dinero, supongo, lo cuál no me parece reprochable. Aunque también me da la sensación que se trata un poco de recibir un reconocimiento del público, algo en plan más masivo de lo que jamás gozaron en vida (musical activa, se entiende). Tocaron en Barcelona en el Festival Primavera Sound de 2004, concierto que por razones estúpidas me perdí. Tocaron también en 2006, en el Festival de Benicassim, concierto que también me perdí. Y cuando pensaba que Pixies engrosarían la lista de bandas de las que jamás podré disfrutar en directo, recibo con sorpresa la noticia de que vuelven a tocar en el Primavera Sound de Barcelona de 2010! Y esta vez no me lo pierdo! (Aunque sería un detallazo que indicaran qué día toca, porque me gustaría comprar la entrada para ese día, no un jodido abono para todo el festival)

Canciones:

Rock City Angels: «Born to loose»
Mötley Crüe: «Dr. Feelgood»
Mott The Hoople: «The Golden Age Of Rock N’ Roll»




marzo 2023
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