Ojito, que esta es una entrada antigua, concretamente del 20 de noviembre de 2006.
Canciones:
David Bowie: «1984»
Seguridad Social: «El Viajero»
The Black Crowes: «Locust Street»
Ojito, que esta es una entrada antigua, concretamente del 20 de noviembre de 2006.
Canciones:
David Bowie: «1984»
Seguridad Social: «El Viajero»
The Black Crowes: «Locust Street»
La opción «palabras buscadas» de la página del contador es adictiva. Te indica qué habían tecleado en Google u otro buscador personas que han acabado en NDK. Hoy hay una que me ha emocionado especialmente, y cito, «ber fotos de belen esteban desnuda». He estado tentado de buscar las dichosas fotos de la choni favorita de España, sólo para satisfacer a tan ilustre visitante. Pero no. Lo lamento. Por cierto, lector que has llegado hasta este punto, no tienes la impresión de que la ortografía castellana es una especie en un grave peligro de extinción?
El portal de Belén
Y barruntando qué extraño motor de la red lleva a relacionar desnudos de Harvey Keitel, Belén Esteban o Steve-O (????!!!), quien fuera primer batería de mis adorados Fun Lovin’ Criminals, con NDK, me he dado cuenta de que Internet es como el mar del pirata de Espronceda, «a quien nadie impuso leyes», ya veis que las personas memorizamos a menudo estupideces, en mi caso, las primeras estrofas de la «Canción del Pirata» del poeta romántico Espronceda. Volviendo a Internet, está bien así, y el espíritu tan puramente punk del «do it yourself» que suponen los weblogs me encanta.
En definitiva, que gracias a los que os pasáis por aquí, a los lectores que están desde los inicios, a los que llegaron un buen día en esta nueva etapa, y se quedaron, a los que pasáis sólo con la esperanza de ver las tetas siliconadas de Belén Esteban, y gracias especialmente a los que dejan comentarios y tienen una implicación activa. Y decir que hay NDK para rato. Besitos, abrazos y arrumacos varios. Amor. Kar.
Canciones:
Monster Magnet: «Cyclone»
Mark Lanegan: «Pill Hill Serenade»
Bob Marley: «Redemption Song»
Por eso sigo siendo de los románticos que esperan pasar un día especial el día de su cumpleaños. Hoy, sin ir más lejos, he decidido tomarme el día libre. No se lo digáis a nadie, pero no he ido a trabajar. Tampoco es que me haya despertado excesivamente tarde, lo suficiente como para no tener sueño. He bajado al bar para desayunar (frase cortesía de J de Los Planetas) y luego he cogido el coche. El destino no estaba claro, Barcelona, supongo, pero el caso era salir a dar un paseo. Sin prisa. He cogido una emisora de radio en la que sonaba una sección acerca del pop británico de los 80’s y 90’s, y he pasado un buen rato escuchando tópicos trufados con verdaderas gemas de The Cure, Suede o los hoy olvidadísimos Blur, que me gustaban en su época. En fin, un día de relax. Porque yo lo valgo.
Y aprovecharé la coyuntura de que cae en viernes para alargar las celebraciones, cual Reina Madre de Inglaterra, a todo el fin de semana. Y todavía tengo tiempo de escuchar unas cuantas veces más «Cumpleaños Total» de Los Planetas, al igual que antaño pinchaba en este día «I’m Eighteen» de Alice Cooper. Eso era cuando los 18 me quedaban más cerca.
No quisiera dejar de cerrar, sin embargo, con una reflexión que me hizo un amigo, no hace mucho, también, como yo, propenso a destilar una artificiosa trascendentalidad en cualquier conversación. Con 28 se es ya demasiado mayor como para tener ciertas actitudes (de jovencito descerebrado, entendí yo) pero demasiado joven para otras (como el ser un señor adulto). Ahí es nada.
Canciones:
Los Planetas: «Cumpleaños Total»
Guns n’ Roses: «Crash Diet»
Nacho Vegas & Christina Rosenvinge: «Un verano fatal»
De este modo comenzaba tal día como hoy de hace 2 años mi andadura por la bloggesfera. Dos años!! Todavía hoy me parece insólito que este blog haya aguantado dos largos años, para un tipo inconstante como yo no deja de ser un pequeño hito. Es una pena que la mayoría de esos dos años se hubiera perdido en el accidente del pasado diciembre . No insistiré en el tema, y afortunadamente guardo los originales, por obra y gracia de la memoria caché de Google, que voy recuperando de tanto en tanto. Y aunque tengo la sensación de haber perdido la cronología, también hay que decir que nunca como tras aquella resurrección hubieron tantos lectores en NDK, aunque a menudo escaseen los comentarios. Y es que, mejor que nadie se lleve a engaño, propio o ajeno: la persona que escribe un blog es porque quiere tener lectores. Es más, la persona que escribe y publica (sea en medios o sea autopublicación por internet) es porque quiere tener lectores. Hoy en día me sigue gustando mucho mi blog, me gusta escribirlo y publicarlo, y compartir opiniones con aquellos que las dejan. Así que no puedo olvidar incluir una sección de agradecimientos a aquellas personas, entes y otras aves de corral que se asoman a estas notas.
Me acojona el leer esos textos de hace dos años y el ver lo mucho que ha cambiado mi vida en este período. Aunque no me puedo quejar en absoluto, y en eso, creo que he sido afortunado. A veces más introspectivo, otras relatando experiencias o pensamientos, pero siempre mostrando algo de mí, huyendo en la medida de lo posible de un frío estilo wikipedia, aunque me dedique a relatar la vida y obra de no sé qué saxofonista. Porque aunque hable de música, de cine, de libros, de tele o de cualquier otra cosa, siempre está mi personalidad ahí expuesta a exhibicionismo más o menos velado.
Así que poco más que decir por hoy… buenas noches, buena suerte, hasta mañana, y qué cumpla muchos más.
Canciones:
Queens of the Stone Age: “I wanna make it with chu”
Tesla: “All the young dudes”
Deep Purple: “Highway star”
Una entrada del año pasado, que recupero porque todavía estoy noqueado por el concierto de los Rolling Stones de hace unos días…
Con once años conoció a un primigenio Buddy Holly y supo que quería ser músico (entonces ni siquiera se conocía el término “rockero”). Con trece años consiguió su primer saxo que, a la postre, ha acabado convirtiéndose casi en un apéndice de su boca. A esa edad comenzó a tocar ocasionalmente en bodas y celebraciones varias, pero fue con quince cuando se unió a una banda y dejó atrás una vida “normal” en Slaton, Texas, para vivir una vida de auténtico rockero. Y me refiero a una vida de tocar seis veces por semana por el medio oeste, siendo el más chinorri de la banda, durmiendo en moteles de mala muerte y chupando carretera, mucha carretera. En 1963, en San Antonio, Texas, vería un concierto de The Rolling Stones, experiencia que le noqueó. Pero su vida de carretera duró más, dejó esa banda, fichó por Stax Records y al poco entró en el grupo que daría un cambio de orientación a su vida, los Mad Dogs and Englishmen con la que el gran Joe Cocker hizo las Américas, un circo de músicos talentosos luchando por hacerse notar, en la que había gente como Leon Russell.
Su relación con los Stones comenzó en la grabación de Let It Bleed, aunque luego también tocó con tipos como George Harrison (All Things Must Pass), Eric Clapton, Humble Pie, The Faces, Nilsson, John Lennon, Ringo Starr, Lynyrd Skynyrd, o B.B. King. Pero es por su relación con los Stones con la que consiguió cierta popularidad. Desde 1969 se convirtió en un colaborador fijo de Sus Satánicas Majestades hasta la actualidad. Y lo cierto es que en Bobby Keys, Keith Richards encontró la horma de su zapato. Si durante los 70’s, Keith estaba pasado de sustancias varias y se dedicaba a las fiestas, a beber como un cosaco o a destrozar suites de hotel, Bobby era su colega para todas esas actividades. Que había que tirar un televisor desde la planta décima del hotel? Pues ahí estaba Bobby para echar una mano! Si las giras de los Rolling Stones fueron extremas durante la década de los 70’s, no cabe duda de que Bobby Keys se adaptó a la perfección.
Ni que decir tiene que es uno (si no el mejor) de los mejores saxofonistas de rock de la historia, y una gema que pueda resumir su carrera es el gran desarrollo cósmico de “Can You Hear Me Knockin’”. Además de publicar algunos trabajos poco reseñables como solista, y de realizar otras colaboraciones, no sólo tocaba con Keith Richards en los Stones sino que éste también le reclutó para esa banda bizarra que dio en llamar New Barbarians.
A veces me pregunto qué debe pensar hoy, en 2006, y con 63 años, Bobby Keys de sus antiguos colegas Mick, Keith y Charlie. Son parecidos, en edad, en background, y se conocen desde hace 35 años, pero desde luego son diferentes. Bobby Keys ha aceptado su rol de músico, siempre a las órdenes de primas donnas, siempre tocando material ajeno, más o menos impuesto, siempre en segundo plano. Son sus amigos (supongo… bueno, más o menos), pero también son sus jefes. Hay que tener la cabeza bien amueblada, haber visto de todo, haberlas pasado de todos los colores (y de eso, no me cabe duda que ha hecho un master) y disfrutar. Desde luego, la de Bobby Keys es toda una vida dedicada al rock n’ roll, y por ello, vaya desde aquí mi homenaje.
Canciones:
Pearl Jam: “World Wide Suicide”
Keane: “Is it any wonder?”
David Lee Roth: “Just a gigolo”
¿Las he nombrado todas? ¿Todas?
No! Mi memoria retiene el recuerdo de una, un recuerdo que todo el mundo parece haber perdido, o que un oscuro complot quiere borrar de las memorias colectivas, o tal vez un recuerdo que en realidad nunca existió: La moneda de 2 pesetas.
Correría el año 1984 o tal vez el 1986. Por alguna extraña razón, los niños alucinábamos cada vez que aparecía una moneda nueva. Y aquellos años 80 eran propicios para ver acuñadas nuevos modelos de peseta, aprovechando la eliminación de aquellas series acuñadas con la efigie de Franco. Un buen día apareció la moneda de dos pesetas. Plateada, como la de una. Más grande que esta, casi diría que más grande que la de cien, pero mucho más ligera. Estupenda. Pero… para qué servía una moneda de dos pesetas? En 1986 nada valía menos de 5 pesetas… o casi nada. Y los comerciantes solían redondear, avispados ellos, todos los precios a múltiplos de cinco. Total, que la insigne fábrica de moneda y timbre había acuñado una moneda que apenas valía para nada. Y en muy poco tiempo desapareció de los bolsillos, de la faz de la tierra, y por lo que parece, de los recuerdos. He estado buscando una imagen por Internet de la dichosa moneda, y juro que no la he encontrado. En la página web de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre no se hace mención de ella, ni mucho menos aparece una triste imagen. Aparece una moneda de 2 pesetas de plata (que no plateada) que al parecer acuñó el rey Alfonso XIII. Pero de ese artefacto pecuniario de los ochenta, nada. Pero existió, lo juro. De hecho, en los portales de subastas, ventas y cambios de tonterías varias, he visto gente ofreciendo sus colecciones de monedas españolas previas a la última (y a la sazón, la única con algo de sentido a nivel de valores/tamaños/materiales) tirada de pesetas.
¿A quién se le ocurriría semejante tontería en forma de moneda? ¿Por qué desapareció tan fugazmente, cuando otras cagadas de similar calado permanecieron años y años? ¿era tal vez un elemento subversivo, cancerígeno, separatista, rojo y masón?
En fin, expuesto el misterio, me siento como un Iker Jiménez, o como un lunático que de repente se pone a recordar estupideces. En fin, necesito irme a dormir.
Canciones:
Los Planetas: “El Artista Madridista”
Robbie Williams: “Tripping”
Carl Perkins: “Blue Suede Shoes” go cat go!!!
… de Susan E. Hinton.
Crío o no crío, me sentía un adolescente y ese libro, que me hablaba de pandillas, de chicas, del instituto, pero con cierta crudeza, sin el edulcorante de las series de TV me encantó. Sólo pensaba en estar en la calle, en reunirme con los amigos, en charlar sentados en bancos, esquinas o escalones que considerásemos como nuestro territorio, en chicas,en fumar, en vestir de tejanos y llevar tupés engominados… ni siquiera me interesaba el rock, por aquel entonces, pero aquello, que no dejaba de ser pura actitud rockera, me atrajo completamente. Mi barrio, uno de los considerados marginales de Barcelona, podía ser perfectamente el distrito de los «empaquetadores». La filosofía de vida de Rusty James, contando la vida a través de los veranos, era toda una verdad en aquella época en que el verano duraba casi tres meses (desde mediados de junio en que acababan las clases hasta casi finales de septiembre que comenzaba otra vez el instituto) y no tenía un duro, por lo que no podía hacer otra cosa que estar tirado por la calle, cada tarde, con los amigos. Yo quería ser Rusty James, y no Steve.
Muchos años más tarde vi la película. Fue hace tres o cuatro años. Es decir, diez años más tarde de cuando leí la novela. Ya sabía que existía una peli acerca del libro, y que era de Francis Ford Coppola. Lo ponía en la cubierta del libro. Pero nunca la pude ver. Hasta que aquel año el cine Meliés hizo una retrospectiva de cine americano de la contracultura adolescente. Pasaban también Easy Rider o American Graffitti. Y Rumble Fish, de Coppola.
Por supuesto, nada más leerlo en el periódico, quise ir. Iba con mi novia, y ella no era capaz de entender mi excitación al respecto. Para ella, simplemente la llevaba a ver una peli de hacía 20 años, en B/N y versión original. Como suele pasar en estos casos, la película supuso una pequeña decepción. Y eso que la elección de Matt Dillon y de Mickey Rourke no me puede parecer más acertada. Pero no me transmitía lo mismo que el libro. Por supuesto, era imposible que me transmitiera lo mismo. Ojo, no quiero decir que la película no me gustara, al contrario, sólo que el libro es el libro. Yo soy yo , y mis circunstancias. Afortunadamente, libros, películas y discos van ligados a unas circunstancias emocionales que los marcan a fuego.
PD: post de febrero de 2006
Canciones:
Depeche Mode: «Comdenation»
Brian Setzer Orchestra: «Americano»
Pearl Jam: «Sometimes»
(escrito en septiembre del 2006)
Recuerdo una entrevista que le hicieron para Popular 1, estaba promocionando su nuevo trabajo, y supongo que sería el de 1992 (es una revista antigua que conseguí, en el 92 apenas tenía doce añitos y no me interesaban esas cosas). La entrevista en cuestión eran cuatro o cinco preguntas, en las últimas páginas de la publicación, lo cuál no dice mucho acerca del interés que despertaba. Me llamó la atención la crudeza y el desencanto que destilaban sus palabras. Sí, hablaba de su disco, pero daba a entender que se había resignado a que se le conociera por sus obras benéficas. Decía que la gente se refería a él como San Bob, y no me digáis por qué, pero juraría, leyendo entre líneas, que le reventaba ese, por otra parte absurdo, sobrenombre. Entre otras cosas decía que le gustaría que se le volviera a reconocer como músico, aunque sospechaba que eso no pasaría. Por supuesto su trabajo pasó con más pena que gloria, hay que decir también que eran los años del grunge, noise y rock alternativo, en definitiva, malos tiempos para dinosaurios venidos a menos.
Reconozco que no dejó de sorprenderme cuando escuché acerca de la celebración del Live 8 del pasado año. Por supuesto, Geldof nunca reconocerá esta etapa renegando de su pasado como ejemplo de altruista por excelencia, supongo. Imagino que el tipo habrá asumido su nuevo rol de San Bob para siempre (aunque ojito, que Bono va pisando fuerte). Lo cuál no es tan malo, contando la multitud de músicos otrora estrellas que no saben digerir el no haber sabido o podido mantenerse en la cresta de la popularidad y/o la calidad, y han de conformarse con mucho menos.
Canciones:
The Doors:»The Soft Parade»
José Guardiola: «Sixteen Tones»
Manic Street Preachers: «Been a son»
Dos visiones contrapuestas de lo que se conoce por «pop»
¿Qué une a Arthur Lee y a Madonna? En 1999 Madonna escribió (dicen, yo creo que fue uno de sus negros) junto a William Orbit, un tema para la BSO de la secuela de “Austin Powers”. Y me parece que ese negro de Madonna se inspiró mucho, pero que mucho, en otra canción del negro hippie más importante, que publicaba 30 años antes en su disco “Da Capo”. Bueno, escuchen y ya me dirán.
Hay una cosa que entiendo puede explicar este cambio de hábitos, y es que antes ni siquiera sabía si alguien visitaba alguna vez estas notas (durante los primeros meses, nunca había comentarios, y no tenía instalada la aplicación del contador). Ahora soy consciente de que en tan solo unos meses la media de visitas que tenía se ha multiplicado por 4. Y además, ahora conozco gente que sé que lee estas notas. Lo cuál, como al rey, me llena de orgullo y satisfacción, pero por otra parte, me ruboriza un poco, lo dicho, ponerme en plan introspectivo. Y por ello noto que prefiero tocar temas de música, de cine, de chorradas varias, de libros, más que hablar de mí. Por lo menos lo hago con el convencimiento de hacerlo desde una óptica muy personal, lejos de la frialdad que transmiten (o eso me parece a mí) ciertas publicaciones o webs.
Pese a ello, creo que debería retomar de tanto en tanto esos momentos de reflexión personal, y es un pequeño propósito que me hago, aunque cuando me enfrento a la pantalla en blanco, sencillamente, de momento no me sale.
Y finalmente, decir que acabamos de entrar en el nuevo horario, y que me da igual si se ahorra o no energía, o si afecta o no al sueño de los niños. Me encanta esta sensación primaveral, el salir de trabajar y ver todavía luz, y tener ganas de hacer muchas más cosas. Lo sé, es una reacción muy animal, esto de estar tan condicionado a una estupidez como que haya algo más de luz solar. Y espero que esta mierda de ola de frío nos dé una tregua y comience ya el buen tiempo.
Canciones:
Mark Lanegan: «Borracho»
Aerosmith: «The Other Side»
Los Zombies: «Groenlandia»