Archive for the 'Venezuela' Category

11
Mar
13

lo mejor de la semana. semana 16

Back to the basis… esta sección, “Lo Mejor De La Semana”, resulta ser un clásico de NDK que había caído en el cruel olvido al que mi inconstancia y la falta de continuidad le habían condenado. Así, este repaso dominguero a lo más destacable de los últimos siete días se había quedado en barbecho, de un modo tal que la anterior entrega, la número 15, de este “Lo Mejor De La Semana” está fechada en 19 de marzo de 2012. Pero bueno, podemos decir que un año no es nada. Y si no, recordemos a Fray Luis De León.

Este poeta granadino ocupaba la cátedra de Sagradas Escrituras en la Universidad de Salamanca, y siempre, invariablemente, daba comienzo a sus clases con un pequeño resumen del día anterior, que iniciaba con la frase “Decíamos ayer…” . Fray Luis De León padeció una condena de cinco años de prisión, por haber osado a traducir a lengua vulgar (el castellano) un pasaje de La Biblia, concretamente el celebérrimo “Cantar de los Cantares”. Pagada su pena, volvió a ocupar su cátedra. Y el día que volvía, tras los mencionados cinco años de ausencia, comenzó también con el acostumbrado “Decíamos ayer…”

De modo que me voy a permitir parafrasear al gentilhombre castellano, para retomar esta sección que había dejado en barbecho, con un solemne: decíamos ayer…

Y sin más dilación, vamos a lo mejor de la semana:

3.- Line: Todo son rumores… que si se acaba whatsapp… que si lo van a hacer de pago… que si ya veréis… más o menos infundados, que no me creo la mitad, y si al final resultan verídicos, pues adiós whatsapp… al final, pues me he decidido a probar esta aplicación, que para el caso, viene a ser lo mismo, aunque con una ventaja y una desventaja. La ventaja, pues que además de poder ser utilizado desde el teléfono móvil, se puede usar desde el PC. La desventaja, que carece de la popularidad de whatsapp, por lo que un sistema de comunicación, si no tienes con quién comunicarte, chungo. De momento, a modo de prueba, y ya veremos, que con dos móviles diferentes, con dos whatsapps diferentes, y un BlackBerry Messenger, sólo me faltaba sumarle el dichoso Line… qué stress!

2.- Aquellos Maravillosos Años: ¿Recordáis esa serie? Ya sabéis, Kevin Arnold, Paul Pfeiffer y Winnie Cooper… no sé si es un arranque de nostalgia o de qué se trata el asunto, pero he comenzado a recuperarla, cosa difícil, porque no estaba editada en DVD. Sin embargo, cosas de internet, un grupo de freaks comenzó, con ayudas de internautas, recuperar los episodios, grabados de televisión, y se marcó la tarea de completarla y sincronizar audio con vídeo. El resultado, cualitativamente, no es una maravilla, pero… no nos iremos a quejar!! Llevo unos cuantos episodios y estoy disfrutándola mucho.

1.- Venezuela: No voy a hablar mucho más del asunto, que suficiente he machacado esta semana con mi accidentado viaje a la República Bolivariana. Ahora que todo ha acabado bien, y estoy sentado en mi habitación de mi casa, lo puedo contar de un modo divertido, como el que ha vivido una pequeña aventura. Reconoceré que no las tenía todas conmigo, el estado de calma tensa flotaba en el ambiente, y recordemos que el último golpe de estado en el país ocurrió en 2002, cuando se trataba de acabar con el régimen de Chávez. Ahora tengo una anécdota que contar cuando esté en el bar, con unas cervezas de más, y desde luego, ha sido una experiencia interesante.

Canciones:

Redd Kross: «Annie’s Gone»

My Morning Jacket: «Touch Me I’m Going To Scream pt.1»

Sinatra & Jobim: «Quiet Night Of Quiet Stars»

 

08
Mar
13

EL VIAJERO PROFESIONAL DESEMBARCA EN VENEZUELA PT.5 (de vuelta… y final)

Pues al final pude hacerlo, y esta mañana amanecía con la buena noticia de que me habían concedido la plaza para el vuelo de esta noche, para la que estaba en lista de espera, y ahora mismo escribo estas líneas desde el aeropuerto de Caracas.

En realidad, hoy el día parecía estar tranquilo, y hemos retomado el trabajo, aunque todo parece indicar que mañana, por aquí, no irá a trabajar ni el tato. Entidades bancarias y centros comerciales ya han anunciado públicamente que cierran, y el efecto dominó, en estos casos, es tremebundo. De todas formas, es francamente curioso como el ciudadano de Caracas asume con cierta normalidad situaciones que, por lo menos a mí, díganme blando, me parecen completamente anormales. Por decirlo de algún modo. Hoy me hablaban de las manifestaciones, y de lo tranquilo que, a pesar del gentío, resultó el interminable séquito fúnebre de ayer, en una particular calma tensa. Automáticamente continuaba diciendo algo así como “pero ya tú sabes cómo son las cosas aquí, la manifestación comienza muy pacíficamente, hasta que a alguien le da por pegar un tiro, y entonces, ya se complica todo”. También uno de ellos me comentaba la vez que sufrió un atraco, y que no recibió un balazo porque al atracador se le encasquilló la pistola. Le acabó dando, solamente, un culatazo. Y finalmente, hablándome de seguros médicos, me decían que los hospitales públicos eran muy malos, y “si te han pegado un tiro, te mueres desangrado seguro”.

Esto. En la tele. Constantemente.

Esto. En la tele. Constantemente.

En fin, todo muy focalizado por la muerte de Chávez. Las personas que he ido conociendo estos días han sido todos detractores del difunto presidente, que celebraban jocosamente que mi presencia en el país hubiera provocado su deceso y me pedían que volviera pronto, para traerles otra ventura. En fin, si realmente mi presencia en un lugar causa estos efectos, debería visitar pronto La Zarzuela y la Ciudad Del Vaticano. En cualquiera de los casos, mi corta estancia en el país no ha hecho sino crearme más dudas sobre la idea que tenía formada de Chávez y el chavismo. Sí que es cierto que de la docena de personas, aproximadamente, que he ido tratando esta semana, ninguno se apenaba lo más mínimo por el fallecimiento presidencial, sino al contrario. Por supuesto, no supone esto ninguna muestra representativa.

Y al final, monográfico televisivo y ceremonial, ayer unas diez horas de séquito fúnebre, con ese vicepresidente Maduro embutido en un chándal que haría enrojecer de vergüenza al mismísimo Paulie Gualtieri, y a mí, quizás es frívolo, pero un vicepresidente liderando un acto tan importante vestido como si fuera un domingo a buscar el pan, no me parece ni serio, ni respetable. Poco más de sí ha dado este viaje a Venezuela. Podré decir que “yo estuve allí” y me servirá como estrella en mi anecdotario para cuando me tomo algunas cervezas de más (aléjense de mí en esas situaciones). Podría haber pasado algo y no pasó, lo que me congratula. Pero os reconoceré algo: hasta que mi avión no haya despegado y esté sobrevolando el Caribe, no me quedaré tranquilo.

CANCIONES:

Manic Street Preachers: “Life Becoming A Landslide”

JSBX: “Full Ground”

The Answer: “Tonight”

07
Mar
13

EL VIAJERO PROFESIONAL DESEMBARCA EN VENEZUELA PT.4 (día uno DCh … después de Chávez)

El día ha comenzado extraño. Sonó el despertador, a la hora prevista. Me afeité, me duché y me vestí de personita seria y formal. Bajé a dar buena cuenta de un desayuno, y a la hora prevista, estaba bajando hacia el lobby, donde había quedado para que me recogieran, y retomar el trabajo. En esas, recibí un sms de mi contacto aquí en Venezuela: Me dicen que en ni en la oficina ni en el cliente han ido a trabajar, y que mejor me quedara hoy en el hotel, pues con el asunto del cortejo fúnebre, estaría todo colapsado. En ningún momento me han hablado de disturbios o de cualquier tipo de problema de seguridad. Por no menos, no mayor del habitual en Caracas. Luego, en una conversación, me insistían en que era una cuestión más de comodidad y de movilidad, que  no de seguridad. Pero luego, acto seguido, añadían la coletilla… “pero nunca se sabe, podría haber algún tipo de problema, esto es impredecible”.

Dicho lo cual, y como quiera que el viernes, día fijado para el entierro, hayan problemas de seguridad o no (que no lo creo, pues con la visita de varios mandatarios internacionales, la ciudad estará militarizada), seguro que hay verdaderos problemas de movilidad, he decidido que lo mejor es largarme de aquí cuanto antes. Que no pasa nada, pero que si pasa, mejor no me pille aquí. Mi vuelo de vuelta estaba previsto para el viernes por la noche, y ahora mismo estoy en una lista de espera para ver si finalmente obtengo plaza en el vuelo de mañana jueves por la noche. Ahora mismo no tengo confirmación, y no lo sabré hasta mañana a primera hora (local). Veremos.

Así, encerrado en una jaula de oro como es este hotel, en un cerro, alejado del centro de Caracas, mejor relajarme y disfrutar del maravilloso día veraniego que se ha levantado hoy, y bajarme un rato a la piscina. Me enteré de que oficialmente sólo los centros educativos estaban obligados a echar el cierre hoy, y sin embargo, según me han contado, la mayoría de los ciudadanos, simplemente, no han ido a trabajar.

A mediodía me han llamado, proponiéndome llevarme a comer. Así, a la hora correspondiente íbamos circulando hacia un suburbio apartado de la ciudad, una zona de clase alta, en un cerro, El Hatillo. Había una extraña sensación dominguera. El horroroso tráfico de la ciudad había desaparecido, como si todos los coches hubieran ido hacia el centro, donde las multitudes daban la despedida a su comandante. Y en El Hatillo, un bonito lugar que ha conservado la arquitectura criolla de casa bajas y fachadas de colores, parecía como si todo lo que ocurría allá abajo, en la ciudad, fuera ajeno, algo que sólo estaba en la tele. Mi acompañante ha aprovechado para rajar y quedarse a gusto contra Chávez y el chavismo, aunque auguraba una nueva victoria del actual vicepresidente, en las elecciones que se han de celebrar de aquí en un mes. Me ha resultado curioso que el discurso ha sido muy parecido al que escuché hace 4 años, en mi primera visita a Brasil, por parte de una persona de allí, cambiando en este caso a Chávez por Lula. No estoy, en definitiva, por la labor de juzgar una realidad tan complicada como la venezolana, y que, ahora que resulta que salen expertos por todas partes, se me antoja muy difícil de comprender si no se está viviendo aquí.

Esta noche, finalmente, he podido ir a cenar al restaurante japonés Benihana, aunque por ir solo, no he podido usar la especialidad de la casa, que es la comida cocinada delante de ti en unas mesas con una plancha y un cocinero que prepara los platos frente a los comensales de cada mesa. Hay que ser, claro, ni que sea un pequeño grupo de tres o cuatro personas. En cualquiera de los casos, muy recomendable. Esta noche me he dado cuenta, también, de que la hora que me he tirado en la piscina ha sido suficiente para quemarme todo el cuerpo como hacía años que no me ocurría. Así que ahora estoy con un calor horroroso y tratando de que nada me toque las piernas o el pecho.

Y mañana, ¿qué? Pues ni idea… tal vez despierto con mi vuelo cambiado y marcho del país. Quizás no es posible. Tal vez se pueda ir a trabajar sin mayores problemas, pero puede ser que los atascos habituales incrementados exponencialmente por la presencia militar y policial lo impida. Igual la calma tensa se siga respirando o a lo peor, explotan los disturbios. Ya me he acostumbrado a la indefinición.

CANCIONES:

Nick Lowe: “So It Goes”

N.E.R.D.: “Sooner Or Later”

The Stone Roses: “Fools Gold”

06
Mar
13

EL VIAJERO PROFESIONAL DESEMBARCA EN VENEZUELA PT.3 (y al final se murió Chávez… y yo sigo por aquí)

Al final se ha muerto Chávez hoy. Llevaba dos días oyendo chascarrillos e insinuaciones de los lugareños, y lo que todo el mundo se pensaba, y yo me temía, ha ocurrido. Y ahora, ¿qué? Pues realmente, y a mi alrededor, de momento, nada. Me ha pillado el acontecimiento cuando acababa de llegar al hotel, después de haber terminado la jornada. Por momentos, la señal telefónica, el 3G y el GPRS se perdían, de tanto colapso, puedo entender, Twitter echando humo y los venezolanos llamándose y enviándose mensajes y whatsapps. Las noticias en España hablaban de unidades del ejército y la policía saliendo a las calles para controlar posibles alborotos. Yo no he visto nada, pero claro, tampoco esperaba que una masa enfurecida portara sus forcas y sus antorchas a la puerta de mi hotel, para cargar contra el imperialismo. Lo único anormal ha sido que me han cancelado una cena que tenía esta noche. Así que de momento, más bien que mal.

De todas formas, por más que ahora me haga el chulito, por más que bromee con el asunto, reconozco que en un momento de esta tarde, he buscado el teléfono de la embajada española en Caracas. Por si acaso. Que nunca se sabe, y los militares suelen ser mala gente con demasiadas ganas de usar sus armas y lucir sus uniformes. Aunque realmente, no creo que nada ocurra. Hay siempre dos realidades paralelas, la de las grandes cosas, la que se ve en la prensa y los noticieros de televisión, y luego la realidad de la calle, la de la gente que vive, que trabaja, que se toma unas cervezas y que trata de follar con quien pueda. Esas pequeñas cosas que no se dicen, como en la novela de esa escritora india que se puso de moda en los 90s.

Mañana supongo que iremos a trabajar, con el inconveniente de toparme con una Caracas más embotellada de lo que lo es habitualmente, por la presencia probable de manifestaciones y de tipos uniformados. El entierro parece ser que se celebrará el viernes, justo el día que me voy, de manera que más vale que me arme de paciencia para llegar al aeropuerto. Según la prensa, el gobierno decreta 7 días de luto nacional, lo cual, realmente, no sé qué significa. No creo, por desgracia, que signifique que no se trabaja, porque mi hotel tiene una piscina fantástica. ¿Acaso cerrarán los bares de copas? ¿Y los restaurantes? ¿Qué diablos se hace durante un luto nacional?

Así que de momento, eso es todo. ¿Qué os esperábais? ¿Acaso esperábais a vuestro buen amigo Kar corriendo entre fuego cruzado? ¿Escapando por la embajada en un helicóptero militar? ¿Detenciones? ¿Purgas? Pues lo siento, pero de momento, la aventura es mucho más vulgar. Lo que me congratula, no negaré que a pesar de todo, no veo el momento de tomar ese avión el viernes por la noche.

CANCIONES:

The Psychedelic Furs: “Pretty In Pink”

Prince: “When The Doves Cry”

Isley Brothers: “Footsteps In The Dark”

05
Mar
13

EL VIAJERO PROFESIONAL DESEMBARCA EN VENEZUELA PT.2

Segunda noche en Venezuela y Hugo Chávez sigue, oficialmente, vivo. Bien. En general hay bastante escepticismo ante los acontecimientos que se suceden, aunque cada día, por lo que me dicen, hay una manifestación. Y ahora, por la noche, será el calor, será el jet lag, será esa sensación de estar en una jaula de cristal que es el hotel en el que me encuentro, estoy hecho polvo.

Una vez más estoy en un hotel innecesariamente suntuoso, volviendo otra vez al engaño de los viajes en los que paga otro. Eso te distorsiona cuando haces un viaje de vacaciones y el que paga, eres tú… en fin… Lo bueno es que tiene un restaurante Benihana, que es una cadena de restaurantes japoneses buenísima. Una vez lo probé en Atlanta, y me encantó, así que espero poder repetir algún día de esta semana. En su lugar, me han llevado a comer arepas, las tortas típicas venezolanas, hechas a base de maíz. Lo cual, tampoco está mal.

La sensación de caos de las ciudades latinoamericanas se palpa, en esas casitas apilotonadas de cualquier forma por las montañas que rodean (y conforman) Caracas. La conducción carece de las leyes más básicas de circulación internacional, pero como suele ocurrir en esos casos, como nadie cumple las normas, no hay grandes conflictos. Los habría si unos las cumplen y otros no, y dado que en este caso nadie lo hace, la norma es que no hay norma.

Y una vez me han dejado en el hotel, ya no he salido. Es curioso cómo los locales viven la situación de inseguridad como algo más cotidiano. Hoy se reían de un colega gringo que no ha querido viajar a la ciudad, aduciendo estos temas de seguridad, y sin embargo, acto seguido, me explicaban cómo una persona había sido atracada a punta de pistola, en el propio coche, en un atasco, por un motorista. Es decir, uno está tan tranquilo, parado en su atasquito, le viene una moto, se le pone al lado, le apunta con un arma y le roba el teléfono móvil. Luego me dicen “pero te pueden atracar en cualquier parte del mundo”… perdón, no quiero parecer alarmista, ni tener una pose de occidental resabiado, pero no, en cualquier parte del mundo no es algo “normal” un atraco a punta de pistola. Así que me temo que mi encierro en el hotel continuará.

CANCIONES:

ABC: “The Look Of Love”

The Smiths: “How Soon Is Now”

U2: “Desire”

04
Mar
13

EL VIAJERO PROFESIONAL DESEMBARCA EN VENEZUELA PT.1

Una nueva entrega de las andanzas del viajero profesional me lleva a Caracas, Venezuela. Circunstancias laborales que no vienen al caso me llevan a esta ciudad donde he aterrizado hace unas pocas horas, y la pretensión es, como en las últimas CRÓNICAS AUSTRALIANAS, ir explicando mis impresiones.

Ahora son aquí las diez de la noche, cinco horas y media menos que en España. Sí, sí, habéis leído bien. Cinco horas y media. Esta media hora de decalaje es una medida relativamente nueva, pero que da una visión bien clara de que este país, Venezuela, se ha convertido en los últimos años en un lugar peculiar.

Hablar de Venezuela y hablar de Hugo Chávez, es todo uno. El presidente ha conseguido personalizar su acción en el propio país. De hecho, pensemos qué sabemos de Venezuela… podríamos hablar de los culebrones de los 80s y principios de los 90s, que tan populares fueron en la Celtiberia. Podemos hablar de las misses, y la obsesión por la cirugía estética que parece haber por estos lares. Podemos hablar del petróleo y la filiación a la OPEP, de la que es miembro fundador. Total, no es mucho conocimiento, la verdad. Y podemos hablar de Chávez, claro.

No estoy por la labor de juzgar la política de Chávez, no entraré en ese aburrido juego, para mí es un presidente electo con un punto payasil, sí, pero electo. Sin embargo, ese juego palaciego alrededor de su enfermedad o posible muerte tiene al país en vilo. Mi contacto en Venezuela, que me ha recogido en el aeropuerto, sacaba el tema a colación tan sólo media hora después de vernos. Me decía que la incertidumbre es total, que nadie sabe a ciencia cierta si el presidente está, como se dice, en la planta 9 del Hospital Militar, si sigue en Cuba, o si está en la “Highway To Hell” o “Starway To Heaven”, que cada uno elija.

En cualquiera de los casos, reconoceré que este asunto me gusta más bien poco, como extranjero. No quisiera que Chávez muriera (o se hiciera pública su muerte) mientras yo ande por Venezuela. Ya tú sabeeeeh. De hecho, si tuviera que hacer caso a las recomendaciones, o a las noticias, no hubiera venido. Las cosas no son como se cuentan siempre, claro, pero la realidad estadística convierte a Caracas en la ciudad más peligrosa de América Latina, con una tasa de 233 homicidios por cada 100.000 habitantes (datos del INE). Poca broma. De modo que no, en esta ocasión no me veréis callejeando.

Os confesaré una cosa: cuando hago un viaje largo, todas las veces, la primera noche, nada más llegar, me invade una cierta tristeza. Viajes laborales, me refiero, claro. El cansancio del viaje y el desfase horario influyen. Y ya en el aeropuerto no puedo evitar ir canturreando el “Rocket Man” de Elton John. Por alguna razón, en mi cabeza, ese Rocket Man es el Major Tom de Bowie.  No temáis, se me pasa.

Mencionaré, finalmente, el trámite de la aduana. En cada país que voy, es inevitable que sienta un punto de temor cuando estoy haciendo la cola para el agente aduanero. Por más que vaya con mi visado, con mi pasaporte, con mis formularios cumplimentados y con mi reserva de hotel, siempre pienso que algo malo puede ocurrir. Demasiados visionados de “El Expreso De Medianoche”. Qué sé yo. En esta ocasión, me habían dicho que no necesitaba visado, que podía entrar como turista. Pero claro, yo no soy un turista. Y sin embargo, ha sido sorprendentemente tranquilo y rápido. No había militares, ni policía, tan solo unas funcionarias que han estampado el sello en el pasaporte y adelante. Así, da gusto.

CANCIONES:

José James: “Come To My Door”

Elton John: “Rocket Man”

Mark Lanegan: “The River Rise”




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