Qué bonito es París, ¿eh? Pues debe serlo, pero yo me he quedado en uno de los suburbios colindantes. ¿O qué os pensábais? ¿Que iba a darme un paseo por los Campos Elíseos arropado por una gabardina y con la boina calada mientras fumaba un Gitanes? La realidad, amigos, es siempre mucho más aburrida. Como también lo es el suburbio de Créteil, donde he tenido la suerte de dar con mis huesos. Es lo que hay. Por cierto, han caído también cuatro copos de nieve. Que no nos falte de ná.
Y allí me tenéis, ufano, tratando de comunicarme en mi paupérrimo francés y dándome cuenta de que una lengua, o se practica, o se pierde. Es una perogrullada, pero no vale de nada estudiar un idioma extranjero en el colegio, si no se utiliza, de una manera o de otra, aunque sea sólo con películas, libros, prensa o música. Y poniendo un poco de interés, claro.
Y al final, un vuelo de vuelta con Vueling, desde París Orly, y con una parte considerable del pasaje compuesto por familias que regresan de Eurodisney, o Disneyland París, o como quiera que se llame ahora. Esos niños ataviados con orejas de Mickey y gadgets varios. Esos padres entre extasiados de amor y agobiados de aguantar a sus vástagos hiperestimulados. Ay, Eurodisney… se abrió en 1992, y aunque me pillaba un pelín mayor, con 12 años todavía pensaba que debía ser el lugar más divertido de la Tierra. Hoy en día, me regalan unas entradas y todavía me daría pereza ir. No creo que deba tomarse como una crítica, viniendo de un tío que ha acudido a dos conciertos de Kiss (y de buena gana acudiría a un tercero).
De modo que con esta jornada, se acaba mi periplo europeo de la semana. Entonces NDK volverá a la normalidad y dejará de ser esta tontiguía Lonely Planet para viajeros tarados, y para desahogo emocional de su autor. Hasta la siguiente.
Canciones:
Iggy Pop: “Les Feulles Mortes”
Los Gritos: “Tuset Street”
Jamiroquai: “When Are You Gonna Learn”