En su momento, la película me pareció algo floja, y la caracterización de Morrison, demasiado paródica, demasiado payasa. Sin embargo, hoy la he vuelto a ver y me ha gustado bastante. Sí, Morrison está caracterizado como un tipo constantemente pasado de sustancias varias. Y sin embargo, probablemente fuera así, por lo menos en su cumbre y hasta su semi-estabilización que precedió a su muerte. En el (fantástico) libro “Por Favor, mátame” de Legs Mc Neil, Danny Fields, de Elektra Records, recuerda a Morrison más o menos de ese modo. Incluso me pareció algo cruel en sus declaraciones para el libro. Hablaba de sus borracheras. De las hostias que le pegaba a Nico, de Velvet Underground. De cuando se emborrachaba en un bar y se meaba encima. O de cuando le daba por subirse a las cornisas de los edificios. Y ojo, no dudo que probablemente fuera la cosa por ahí. Tampoco creo que pasara las 24h del día de ese modo.
Ahora, en una pirueta comercial más, se vuelven a reeditar todos los discos de los Doors (con Jim vivo, nada se sabe de los discos que grabaron sin él, Other Voices y Full Circle), amén de recopilatorios y directos varios. En fin, si son reediciones interesantes y hechas con buen gusto, no seré yo quien se queje. Lo de los Riders on the Storm, sin Ian Astbury, tiene menos gracia. Cualquiera no puede suplir al Rey Lagarto.
Canciones:
The Doors. “You’re lost, little girl”
Pink Floyd: «Wish you were here»
Hellacopters: «Toys and flavors»