Martes extraño, con sabor a jueves, porque mañana me voy de aquí, pero no a casa, sino a París, y pensar que todavía me quedan dos días muy largos se me hace francamente cuesta arriba.
Efectivamente, hoy me ha tocado cena de empresa. Afortunadamente, ha sido en petit comité y me han llevado a un sitio tradicional checo, pero lo suficientemente informal como para que le ambiente fuera relajado. Y sí, se puede decir que me he puesto hasta el ojete, ay… qué le voy a hacer, si me gusta comer… no podía largarme del país sin comer goulash, en este caso, servido en una hogaza de pan. De primer plato. Buenísimo. De segundo, algo que anunciaban como “classical Bohemian platter” y que ha resultado ser una combinación de varias carnes guisadas, a saber, pato, cerdo, ternera y salchicha, en un lecho de salsa a base de cebolla y coleslaw , también excelente, pero definitivamente, demasiada comida. Además, al tratarse de una cena pesada, he engullido dos jarras de cerveza, total un litro. En definitiva, más vale que tarde un buen rato en irme a dormir. Pero ha valido la pena. En esta ciudad se come muy bien, y a un buen precio.
Hoy la temperatura parece ser ligeramente más alta que ayer, pero hay más viento, con lo que la sensación térmica es de hacer un frío del carajo. Es de ver a todos los turistas en el centro histórico, congelándose pero haciendo el esfuerzo para poder disfrutar de los encantos del paseo por la ciudad. Siempre pueden sentarse en una taberna a disfrutar de una Budweiser… ojo, ¿he dicho Budweiser? ¡Sí! Existe una marca de cerveza local llamada Budweiser, con más años que la tos, por lo que me cuentan, que lleva como quince años en constante litigio por el nombre con la clásica cerveza americana. El caso es que hasta la caída del comunismo, la Budweiser yanqui nunca se había vendido por aquí, y al mismo tiempo, la Budweiser checa jamás se había exportado. ¿Quién tiene la razón? La única realidad es que Budweiser es un adjetivo alemán relativo a la ciudad de Budweis, nombre alemán de České Budějovice, ciudad situada en Bohemia, República Checa.
Y entre unas cosas y otras, mi tiempo por aquí se acaba, mañana toca cerrar unos temas y largarme, que el Neverending Tour se dirige a París. Esta es la vida en la carretera, amiguitos, o debería decir, en los aeropuertos. Toma lo que puedas, que al final, eso es lo único que te llevas contigo, las experiencias.
Canciones:
Black Sabbath: “It’s Allright”
The Hellacopters: “I’m In the Band”
Tears For Fears: “Head Over Heels”
Ohhh It’s alright , qué chula .. pero un problema , que con todo lo chula que es la original siempre se me cuela la voz de Axl , pero al lío : Que curioso lo de Budweiser :O
Y a mí… de hecho, ni recordaba la versión original, hasta que me ha dado por buscarla…
Lo de Budweiser es compo si existiese la cerveza Barcelonesa y te la hicieran tb en Estadus Unidos, plagioplagio!! Checos win!!
Bueno, también puede ser que un inmigrante bábaro en USA hiciera una birra con ese nombre, sin saber nada de la cerveza que ya se hacía en Europa…
dije bábaro, pero me refiero a oriundo de Baviera… no sé si es el gentilicio correcto…