Al final se ha muerto Chávez hoy. Llevaba dos días oyendo chascarrillos e insinuaciones de los lugareños, y lo que todo el mundo se pensaba, y yo me temía, ha ocurrido. Y ahora, ¿qué? Pues realmente, y a mi alrededor, de momento, nada. Me ha pillado el acontecimiento cuando acababa de llegar al hotel, después de haber terminado la jornada. Por momentos, la señal telefónica, el 3G y el GPRS se perdían, de tanto colapso, puedo entender, Twitter echando humo y los venezolanos llamándose y enviándose mensajes y whatsapps. Las noticias en España hablaban de unidades del ejército y la policía saliendo a las calles para controlar posibles alborotos. Yo no he visto nada, pero claro, tampoco esperaba que una masa enfurecida portara sus forcas y sus antorchas a la puerta de mi hotel, para cargar contra el imperialismo. Lo único anormal ha sido que me han cancelado una cena que tenía esta noche. Así que de momento, más bien que mal.
De todas formas, por más que ahora me haga el chulito, por más que bromee con el asunto, reconozco que en un momento de esta tarde, he buscado el teléfono de la embajada española en Caracas. Por si acaso. Que nunca se sabe, y los militares suelen ser mala gente con demasiadas ganas de usar sus armas y lucir sus uniformes. Aunque realmente, no creo que nada ocurra. Hay siempre dos realidades paralelas, la de las grandes cosas, la que se ve en la prensa y los noticieros de televisión, y luego la realidad de la calle, la de la gente que vive, que trabaja, que se toma unas cervezas y que trata de follar con quien pueda. Esas pequeñas cosas que no se dicen, como en la novela de esa escritora india que se puso de moda en los 90s.
Mañana supongo que iremos a trabajar, con el inconveniente de toparme con una Caracas más embotellada de lo que lo es habitualmente, por la presencia probable de manifestaciones y de tipos uniformados. El entierro parece ser que se celebrará el viernes, justo el día que me voy, de manera que más vale que me arme de paciencia para llegar al aeropuerto. Según la prensa, el gobierno decreta 7 días de luto nacional, lo cual, realmente, no sé qué significa. No creo, por desgracia, que signifique que no se trabaja, porque mi hotel tiene una piscina fantástica. ¿Acaso cerrarán los bares de copas? ¿Y los restaurantes? ¿Qué diablos se hace durante un luto nacional?
Así que de momento, eso es todo. ¿Qué os esperábais? ¿Acaso esperábais a vuestro buen amigo Kar corriendo entre fuego cruzado? ¿Escapando por la embajada en un helicóptero militar? ¿Detenciones? ¿Purgas? Pues lo siento, pero de momento, la aventura es mucho más vulgar. Lo que me congratula, no negaré que a pesar de todo, no veo el momento de tomar ese avión el viernes por la noche.
CANCIONES:
The Psychedelic Furs: “Pretty In Pink”
Prince: “When The Doves Cry”
Isley Brothers: “Footsteps In The Dark”