Hace unos días os hablaba ya de Norma Jean Magazine, ¿verdad?. Bueno, éste es el primer texto que me publicaron. En aquél momento mi blog no tenía todavía esta, su nueva casa, y funcionaba con el antiguo sitio de Blogspot. Ahora que todo está en su sitio, podéis, para quien no lo haya hecho todavía desde el propio Norma Jean Magazine, ese artículo:
«Cuando comencé a leer NJ Magazine, al saber que las cabezas pensantes del proyecto estaban interesadas en recibir colaboraciones, me animé. ¿Por qué no? Luego leí un tuit en el que se rezaba algo así como “las colaboradoras de NJ Magazine lucen pelazo”. Ojo. Esa frase, aparentemente inocua, activó mis alarmas como un resorte. Pelazo. Amigas mías, soy un hombre de treinta y dos años, y expresiones como esta pueden causar temor. Porque queridas, sí, tengo pelazo. ESO QUE CONSTE. Pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Cuánto más me perdonará la madre naturaleza, que en estas cuestiones es más bien la malvada madrastra de Cenicienta?
El mayor temor estético que un hombre puede sufrir es la calvicie. Supongo que en cierto sentido, los hombres, como colectivo, podemos sentirnos más afortunados que las mujeres, también como colectivo. Las presiones estéticas son menos. Y sin embargo, joder, qué putada es quedarse calvo.»
Queremos ver ese pelazo!
Pues si rastreas por algunas entradas antiguas al menos un par de fotos hay!! Si las encuentras, premio!
¡Pues claro que hay solución! Mirad a José Bono, ¿es que nadie se ha fijado en ese ex-politiquillo reconvertido en escritor? Ha sido ponerse a escribir sus memorias y automáticamente crecerle el pelo. Y la cartera, eso también, porque se ha embolsado unos buenos milloncejos con el best-seller, incluso antes de verderlo.
Saludos
Bueno, pero me refería a soluciones que no implicaran quirófanos… aunque si hace falta pasar por quirófano, SE PASA!
saludos