«Malditos Bastardos» es una película de género, hay quien la relaciona con los westerns, cambiando los escenarios, tal vez. Yo la veo más como esas cintas de finales de los 60’s y primeros de los 70’s tipo «12 del Patíbulo». Con lo cuál es lógico que aquellos geniales diálogos que trufaban sus primeras cintas dejen de estar presentes. Es una película, también, sin ningún protagonista claro. El personaje de Brad Pitt es bastante anodino, pero el de la chica (lo siento, no recuerdo su nombre) tampoco llena el metraje. Vamos, una peli sin protagonistas. Pero lo que está claro es que sus más de dos horas de duración pasan fugaces, lo cuál no es poco, y probablemente Tarantino nunca haya jugado con el humor más claramente que en «Malditos Bastardos». Personalmente no soy gran fan de las bandas sonoras de Morricone, de modo que a nivel de música, y eso, tratándose de una película de Tarantino, es tan importante como el elenco de actores, me quedo con ese momentazo Bowie, de hecho, única canción que suena no creada ex-profeso.
En fin, que yo la recomiendo, si es que queda alguien que dudara de verla y aún no lo haya hecho. Pero de lo que quería hablar era de los cines como espacio físico. Hacía tiempo que no acudía a uno de los cines clásicos de Barcelona. De hecho, últimamente voy poco al cine, y consumo más cine en casa que otra cosa. Pero en esa ocasión fuí al cine Aribau, y me encontré con una de esas salas majestuosas, algo envejecidas ya, pero enormes, con esa, no sé, llamadme romántico, aureola a cine clásico, lejano de esa pinta de parque de atracciones audiovisual que tienen los cines últimamente, especialmente los de los centros comerciales. Diablos, hacía varios años que no iba al cine Aribau.
Claro, no todo son cosas buenas: la butaca no era tan cómoda como en un cine nuevo, el aparcamiento es de pago (cosas de no vivir en Barcelona), y por supuesto, esos precios que rozan el ridículo (más de 6 eurazos por entrada!!!). La pena es que parece algo a punto de morir, un residuo del pasado. Imaginad una sala enorme en una sesión de sábado por la noche, que se supone una sesión fuerte, con una cinta que puede atraer público masivo, y calculo que aquella noche no seríamos más de 30 personas en una sala en la que cabían unas 100. Triste. Así que mucho me temo que esa sala está condenada, afortunadamente no a desaparecer, como el cine París, sino probablemente a remodelación y a convertirla en 2 o 3 salas, aunque tal y como están las cosas, quién sabe. Y no creo que me equivoque.
Canciones:
David Bowie: «Cat People (putting out fire)»
Dinnosaur Jr.: «Just Like Heaven»
The Rolling Stones: «Honest I Do»