De entrada, lo que me chocó fue leer no sé donde que ese lugar se inauguró en 1968. En ese año los Stones publicaban Beggar’s Banquet, los Doors el Waiting for the Sun y Steppenwolf su fantástico disco homónimo. Me pregunto cómo debía ser aquello en 1968. Porque desde luego, cuarenta años más tarde es, cuanto menos, un sitio curioso. Por lo menos para mí, que no frecuento esos lugares. Por si acaso, me regalaron una camiseta en plan “yo estuve allí”. Ok, quizás regalar no sea el verbo más adecuado, cuando cobran 20 eurazos por entrada. Una vez allí, mucha gente, muy joven, espectáculos bastante cutres con go-go’s masculinos y femeninas y house sin parar. Lo cual tampoco estaba mal, es el único estilo que me gusta un poco de la música discotequera.
Sin embargo, la cosa era extraña. Hasta las cuatro o cuatro y media, todo el mundo estaba en la zona de la playa, y a esa hora subían corriendo hacia las macrodiscotecas. Claro, aquellos que no iban dopados, estaban reventados, pero haciendo competición de a ver quien aguantaba más tiempo. Pero el shock no tardaría en llegar. La entradita de marras era válida para tres macrodiscotecas que estaban una al lado de la otra: Penélope, Privilege y KM. Por supuesto, nos dedicamos a pasearnos por todas. Y, oh, sorpresa, en KM pinchaba DJ Neil. Por si alguien no sabe quién es ese patán, fijaos en la imagen:
Así que allí decidí acabar con mi estudio de campo y volví a Penélope, que dentro de lo que cabe, era más normalito. Eso me pasa por meterme donde nadie me ha llamado. Mucho mejores los locales de la playa, definitivamente.
Y con eso concluye mi crónica levantina. De modo que cerraré con algunas conclusiones:
1.- Benidorm = caspa+alcohol+guiris+rascacielos destrozados+discotecas+playa
2.- The Look of Love de ABC puede ser un himno tan bueno como otro cualquiera.
3.- Quizás ya no tengo edad para ciertos lugares
Canciones:
The Walker Brothers: “The sun ain’t gonna shine anymore”
The Beach Boys: “Wouldn’t it be nice”
The Rolling Stones: “Out of time”