En cuanto a la banda, debo decir que lo de Mick Jagger es realmente insultante, está en una forma perfecta, su voz no falla y sigue siendo el mejor frontman de la historia. Sin embargo, Keith estaba muy viejo. Por supuesto, mantiene su glamour, su aureola, una mirada suya sigue acojonando, aunque lleve ese bigotito que a mí me recuerda al look que luce hoy en día Bob Dylan. Sin embargo, lo de viejo lo digo por pasota. Keith se limita a pasearse, a rasgar la guitarra cuando le viene en gana, a lucir poses y si le apetece, muestra su genialidad. Dicho de otro modo, resulta lo opuesto a la “profesionalidad” de Mick. El peso instrumental lo llevaba un Ron Wood que mantuvo un altísimo nivel y Blondie Chaplin, quien le cubre las espaldas con la rítmica, por si al viejo pirata le da por no tocar el acorde. Quizás fue lo que más flojeó de un concierto que, por otra parte, demostró lo engrasada que está la maquinaria. La banda, como siempre, de lujo, destacando, aparte de nuestros hombres, la pantera de Lisa Fisher (qué mujer, qué buenorra está!!), el cachondo de Bobby Keys y el sobrio Chuck Leavell.
Aunque gran parte del público acude en masa para escuchar las interpretaciones de los clásicos de siempre, yo agradecí que esta vez nos regalaran algunas sorpresas, como la grandiosa “Rocks Off”, uno de los temas que más me gustan de la banda. Pero hubo más sorpresas, tocaron “Ain’t Too Proud To Beg”, tocaron una larga “Midnight Rambler” que pese a haber perdido el toque de lascivia de los 60’s sigue siendo un gran número, se pusieron en plan soul dedicando un “I’ll go crazy” al fallecido James Brown o tocaron una furiosa “Respectable”.
Y a pesar de su pasotismo, Keith sabe que una pose suya y un riff, y nadie en este mundo le puede superar. Por ello, se llevó la ovación de la noche cuando ocupó el micrófono, algo que hasta a un pirata puede emocionar. Y también hubo sorpresas en su parte: cantó “You got the silver”!! Había gente que se quejaba porque no tocaron “Angie” o “Paint it black”, pero yo lo prefiero. La recta final estuvo repleta de esos superclásicos, así que al igual que la última vez rescataron “Can’t you hear me knockin'”, en esta ocasión repescaron otras gemas semiocultas, demostrando que con un repertorio como el suyo es difícil fallar.
El número de ese escenario pequeño, que sale del principal como una suerte de papamóvil y se desplaza con los cuatro más Chuck Leavell y Darryll Jones sigue siendo uno de los más impresionantes. Y la recta final, con mención especial al número de “Sympathy for the Devil” (en el que me dio la impresión de que Mick se dejó algo de la letra) es ya la celebración de un triunfo.
En conclusión, otra gran noche, pese a que el recuerdo de la gira “Bridges to Babylon” pesa… no en balde ha pasado una década. Mick sigue en forma y Ron Wood Se mantiene, pero no se puede decir lo mismo de Charlie Watts y Keith Richards. Así que os diría una cosa: si tenéis la oportunidad de pillarles en esta gira, hacedlo, no os arrepentiréis, y me temo que esta sí que puede que sea la última.
Canciones:
Ze Malibu Kids: “I won’t forget you”
Richard Aschroft: “Check the meaning”
Chris Cornell: “Billie Jean”